18 de Abril de 2024

Vivienda y Derecho al Urbanismo.

BRAULIO GARCÍA

Recordando al anhelo máximo de derecho a la ciudad, ahora hay que plantear el derecho al urbanismo por parte de las desarrolladoras inmobiliarias generadoras de vivienda en sus monocultivos que son carentes del sentido de urbanismo en sus desarrollos.

¿A que nos referimos con lo anterior?

Refiriéndonos a las desarrolladoras inmobiliarias de gran dimensión que generan desarrollos de 100 a 200 viviendas en delante en cada proyecto y cuyo desarrollo genera un gran impacto en la conformación de la ciudad.

Dicha proyectos donde se impacta determinada zona de la ciudad o periferias alejadas de ella hace que por la gran densidad de personas que habitarán esas nuevas colonias o fraccionamientos, la carga vehicular, la movilidad, los servicios y demás infraestructura que requieren las personas que a partir de cierto tiempo habitarán esa nueva zona, crea configuraciones diferentes en la ciudad, ya sea estresándolas con nueva población o liberándolas de esas mismas cargas en otras zonas mas saturadas.

Bajo ese entendimiento la población que se interesa por adquirir esas viviendas en la mayoría de los casos no contempla que en verdad exista la presencia de equipamiento que sufrague sus necesidades propias como persona en una urbe, tales como la cantidad y el tipo de comercios cerca  de la vivienda, las escuelas qué hay, las oficinas qué hay cerca, también los servicios como banco, luz o pago de servicios de la municipalidad, cuantas áreas verdes, cuantas, de que deporte y de que tipo de áreas deportivas hay en los alrededores. Estos son los puntos que en la mayoría de las veces la gente pasa de largo y no se preocupa en preguntar, por lo general se preocupan del tamaño y del costo, es decir cuanto pago y cuanto obtengo, mas sin embargo, no evalúan el costo de vida que tendrán en esa nueva vivienda y es por ello que muchos desarrollos habitacionales se desarrollan a fuera de la ciudad e incluso a varios kilómetros de ella son adquiridos por las personas y llegan a ser habitados de inicio pero por un plazo corto de tiempo y posteriormente estas casas son dejadas  generando fraccionamientos enteros abandonados.

De esa forma queda como resultado personas con un mayor endeudamiento por los créditos de adquirir esa casa nueva y los gastos de mudanza que tuvo y tener que regresar a donde vivía anteriormente. El caso anterior ha llegado a ser caso de estudio por representar un problema de carácter nacional por todo lo que esas viviendas abandonadas crean en su entorno.

Todas estas circunstancias hacen que uno pida no el derecho a la ciudad que es mucho, sino el derecho al urbanismo, es estos proyectos es decir que estos nuevos desarrollo cuenten con este tipo de equipamiento tanto dentro como en su entorno para tener así en verdad desarrollo y crecimiento de la mano de la generación de la tan necesaria vivienda.

Como reto esta el hecho que para lograr esto no existe legislación puntual federal y en parte eso es bueno por que la ley se aplica a todos y sin excepciones y en estos casos si debe haber contemplaciones, pues cada estado y municipio (y alcaldía), tiene su propia morfología, idiosincrasia y conformación urbanística que hace que no se deba trazar con una misma regla o ley a todos, entonces si mantenemos ese punto de vista la legislación caería en las entidades federativas o en los municipios y estos últimos son los que tienen que tener sus propios reglamentos que permitan y promuevan la inversión y al mismo tiempo que que esta inversión cuando se aterrice sea de la forma adecuada, mejorando el entorno y sobretodo que mejore la productividad de la ciudad, que eleve la calidad de vida y que su llegada a a ciudad sea un parte agua en la ciudad para crecer y mejorar.

Con lo anterior nuevamente caemos en los municipios, en el gobierno local y con ello comprobamos que el lema de ONU HÁBITAT piensa global y actúa local, se cumple a cabalidad, pues este pensamiento de mejoramiento viene dentro de los puntos de sostenibilidad, una ciudad sostenible es un objetivo que es parte de los objetivos de la Agenda 2030, así pensamos en global y actuaremos en lo local al generar las reglamentaciones y medidas que cada municipio necesite para lograr este crecimiento.