28 de Marzo de 2024

Infalibilidad económica y temor saludable

Por Julio César Vega Olivares

Pues parece que a la economía mexicana le da mal fario cada sexenio y en lugar de mejorar empeora y que toda la habilidad de los encargados de la política, económica, del Secretario de Hacienda, de Energía, Economía  y del gobernador del Banco de México, es buscar un responsable extranjero, de sus errores o malos manejos,  ellos jamás fallan son infalibles.

 Así  el responsable de la “volatilidad” eufemismo para designar a la devaluación, término que parece muy desagradable a los castos oídos neoliberales y de la inestabilidad de las finanzas públicas derivada de la reducción de la producción petrolera o de la caída del precio del petróleo  y  de las enormes importaciones de alimentos, de gasolinas, diesel y  gas, súmenle que los depósitos de mexicanos en el extranjero, quienes  solo en el año 2016 sumaban $26 mil 300 millones de dólares como $526,000 millones de pesos, es decir el dinero de los mexicanos apuntala otras economías o nos lo devuelven instituciones extranjeras a inversión especulativa, en un afán de proteger sus capitales con banderas extranjeras, y ya entrados en gastos sumémosle también las obligaciones de pago en dólares por importaciones, que es una fuga de capitales digamos legal y programada y el pago de la deuda que ya frisa los 9.5 billones de pesos, que representa 44.5% del PIB, considerando  también que la deuda de México representa casi dos veces los ingresos tributarios del gobierno federal lo cual representa una debilidad financiera estructural.

Pues retomando los responsables de las fallas económicas y financieras son el tratado de libre comercio, Trump, los chinos, la incertidumbre internacional, y quien se deja , pero algún responsable de entre los funcionarios mexicanos nadie, todos son inocentes y honrados, pero a quien les sirven, bueno a los intereses de los bancos o  de los especuladores, ellos no los ponen para que resuelvan o para que piensen, son funcionarios de papel simples paleros que cuidan los intereses de los financieros y el pago puntual de la  deuda, que hacen lo que les ordenan desde los grandes centros financieros, el común denominador es que casi todos son recomendados del Fondo Monetario Internacional o les han demostrado fidelidad y jurado obediencia tácita, eso los mantiene en el puesto no su eficiencia en resolver la problemática financiera y productiva del país. Sino por qué no arreglar este cochinero económico y en cambio por qué subsiste el esquema depredador y leonino en contra de las finanzas y del progreso  del país, manteniéndose casi sin cambio durante varios sexenios,  muy simple porque algunas corporaciones poderosas se benefician y mantienen este mecanismo de extracción de excedentes económicos, cuyo producto más acabado es la pobreza de las grandes mayorías de México y usan a la violencia como medio de distracción y el miedo como mecanismo de control.

El famoso temor saludable. Resulta muy claro que el terror y el miedo permiten a un estado desplegar su poder,  legitimado al intentar combatir a los enemigos de la sociedad,  llámese violencia o delincuencia, pretexto ideal para sacar al Ejército de los cuarteles, provocando miedo colectivo; esto previniendo la posible protesta social una especie de acción preventiva anti protesta.

 Pues el periodista Enrique Galván Ochoa, en el Diario La Jornada de fecha 23 de diciembre del 2017 realizó una encuesta y a la pregunta “Qué te inspira más temor: la delincuencia o las tropas en la calle”, las respuestas fueron la delincuencia 16%, las tropas 42%, igual 41%.

Retomando si  los extranjeros quieren invertir en México que sea inversión extranjera productiva y en sectores económicos específicos de acuerdo a las necesidades del país como hace China.

Acá ni siquiera podemos despedir a los ineptos que conducen las finanzas nacionales ante sus pésimos resultados.

Sólo en el segundo trimestre de 2016 salieron $7 mil  32 millones de dólares un monto que no se veía desde la crisis de 1994-95, en un claro chantaje  una especie de terrorismo financiero, pues los capitales golondrinos amenazaban con irse del país, claro para elevar sus rendimientos y el Banco de México, pues a subir las tasas de interés bancarias.

Situación que tiene un límite  no se puede mantener permanentemente ese esquema, para retener esos capitales  y los mexicanos abonamos a las devaluaciones, pues la salida de capitales de mexicanos entre enero del 2013 y marzo del 2017 sumaron 5000 millones de dólares.

Nos damos cuenta porque es que estamos de rodillas ante los capitales extranjeros,  que también en buena parte son de algunos mexicanos.

El aumento de las  tasas de interés incrementa las ganancias de los capitales invertidos en México, extranjeros y nacionales,  pero daña la economía familiar  al  subir el costo de los préstamos y del consumo con tarjeta de crédito y entonces  culpan a la reserva federal , a  la incertidumbre internacional  y  a las  elecciones del 2018, claro los fondos de inversión y los  banqueros  aplauden, sólo en el primer semestre del 2017 sus ganancias nominales aumentaron 25%.