19 de Abril de 2024

Responsabilidad social y medios de comunicación

Por Myriam Lagunes Marín

La profesión del periodismo en teoría tendría que regirse por un código ético en el que se deja en claro la importancia de siempre apegarse a los principios de verdad, imparcialidad, objetividad, respeto a la dignidad de las personas y compromiso social.

La revolución informática ha venido a cambiar nuestras vidas, de igual modo ha transformado la manera en que nos relacionamos con las demás personas, el uso cotidiano de equipos de cómputo era todavía algo a lo que poca gente tenía acceso hace unos veinte años, cosa que en estos días podemos encontrar en cualquier oficina, se estima que el 63% de la población en México cuenta con internet y que Facebook tiene un aproximado de 61 millones de usuarios en nuestro país, si bien es cierto que nuestra realidad se ha visto enriquecida por el avance de la tecnología también sería conveniente poner atención en la responsabilidad que tenemos al producir y replicar información en las diversas redes sociales o portales de noticias.

La profesión del periodismo en teoría tendría que regirse por un código ético en el que se deja en claro la importancia de siempre apegarse a los principios de verdad, imparcialidad, objetividad, respeto a la dignidad de las personas y compromiso social, solo por mencionar algunos de los parámetros dentro de los que la libertad de expresión puede efectuarse de una manera responsable, sin embargo, es muy común encontrarnos con noticias que deliberadamente intentan dañar o esparcir información falsa para confundirnos.

Antes el medio más común para transmitirlas era por radio, periódicos o televisión, ahora nos llegan a nuestros teléfonos móviles ya sea por mensajes de texto o bien, mediante las diversas aplicaciones con las que contamos, llega a ser de tanto interés para algunas personas el difundir rumores que contratan compañías para hacer llamadas telefónicas a nuestros hogares y convencernos de que lo que dicen es verdad, nos vemos constantemente bombardeados de noticias pero esto no significa que tengamos que volvernos consumidores pasivos.

Hay varios modos de no participar en la desinformación, siempre revisar que lo que vamos a compartir sea verídico, para ello la mayoría de las veces basta con buscar en el navegador de internet para corroborar que no sea únicamente una nota mal intencionada, otro error muy común es compartir imágenes que atenten de la dignidad humana de las víctimas, ejemplo de ello sería poner la fotografía de un cuerpo con signos de tortura o exponer el rostro de menores de edad que han sufrido cualquier tipo de abuso, los títulos sensacionalistas son los que más llaman la atención pero son también los que menos colaboran con el bienestar social.

No podemos satanizar al internet, las redes sociales son benéficas dependiendo del compromiso que adoptemos ya sea como profesionales de la comunicación o como usuarios, tenemos la opción de construir una sociedad mejor preparada e incluyente, trabajar en ello es responsabilidad de todos.