16 de Abril de 2024

¿Quién quiere aniquilar a Ricardo Anaya?

Por Salvador García Soto

¿Volverán a bajar a Anaya e indirectamente beneficiar a AMLO, o la respuesta del Frente y sus acusaciones directas a Peña Nieto más bien lograran victimizarlo y blindarlo?

Una forma de entender el origen y el objetivo de la nueva embestida en contra del candidato presidencial Ricardo Anaya es hacerse la misma pregunta que se hace un detective recién llega a la escena de un crimen: “¿a quién beneficia esto?”. Quien haya grabado y difundido el video en el que el empresario queretano Juan Barreiro, hermano del prófugo y presunto lavador de dinero Manuel Barreiro, describe casi cándidamente un presunto modus operandi por el que su familia financia la campaña de Anaya con operaciones y negocios simulados, al tiempo que ellos se beneficiaron de “información privilegiada” que les daba el panista para comprar terrenos y construir parques industriales cuando fue funcionario del gobierno de Querétaro, claramente buscaba sacar de la pelea al abanderado del Frente por México, justo a 20 días de que terminen las campañas presidenciales.

Según la respuesta rápida y contundente del propio Anaya, el responsable del espionaje -grabado según se ve en el video, el pasado 29 de mayo, lo que coincide con el comentario de Barreiro de que “el dólar está a 20 pesos”- fue el mismísimo presidente Enrique Peña Nieto, a quien responsabilizó no sólo de la intentona por dañar a su candidatura, en la recta final de las campañas, sino de cualquier “ataque a la integridad mía o de mi familia”. La acusación de Anaya es tan grave y temeraria como también lo es la difusión claramente orquestada de ese video que, la noche del jueves, mereció 8 minutos de transmisión en el horario estelar de las dos principales televisoras del país, Televisa y TV Azteca.

En el gobierno por supuesto niegan cualquier autoría del video-espionaje y de su filtración y dice el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, que “rechaza enérgicamente intervenir en el proceso electoral más allá de sus obligaciones constitucionales, y exige respeto a los actores políticos que participan en esta contienda al hacer señalamientos sin fundamento”. Pero en el material difundido hay similitudes con otro “videoescándalo” de estas campañas: el de la polémica ex diputada de Morena, Eva Cadena. Igual que Cadena en su momento, este Juan Barreiro habla con mucha candidez y confianza ante una supuesta “empresaria argentina” de nombre María, cuya identidad también se cuida como en aquel video y que, con el supuesto interés de “meterle plata” al candidato panista, hace una serie de preguntas inquisitivas e insistentes con las que va llevando hábilmente para que el joven empresario queretano suelte toda la sopa y revele detalles, acciones y supuestos financiamientos millonarios, hasta de “80 millones de pesos”, por compras simuladas de terrenos y bodegas, en favor de Anaya.

Si la supuesta empresaria argentina es real, tenía mucho interés por saber detalles y pormenores de los vínculos de amistad, negocios y financiamiento entre los hermanos Barreiro y el candidato frentista. Y es también evidente que quien grabó esa conversación privada, tenía toda la intención de asestar un golpe letal y calculado a las posibilidades de Ricardo Anaya en esta elección presidencial

¿Los Pinos-AMLO o guerra por el segundo lugar? La acusación de Anaya y de su equipo de estrategas contra el presidente, tiene como sustento la versión e un supuesto “pacto de impunidad” entre Peña y López Obrador, difundido por Jorge Castañeda y negado tanto por el vocero de Los Pinos, Eduardo Sánchez, como por el propio Andrés Manuel que niega “pactar en lo oscurito”. Pero en el cuartel de campaña de Anaya aseguran que, según sus propias encuestas, su candidato se ha “acercado” en varios estados al de Morena, con diferencias de entre 7 y 10 puntos en promedio, algo que, según ellos, explicaría esta nueva embestida en su contra.

Pero en las tendencias de la mayoría de las encuestas conocidas hasta ahora, así como en los concentrados que publican varios medios, lo que se observa es más bien una disputa por el segundo lugar entre Ricardo Anaya y el candidato del PRI, José Antonio Meade. Para cualquiera de los dos partidos y sus aliados, la segunda posición en las votaciones, suponiendo que ya no estén en condiciones de ganar la Presidencia, sigue resultando estratégica, pues de eso depende en buena medida la votación nacional de ambas fuerzas y sus posibilidades de obtener mayores posiciones en el Congreso y hasta en las gubernaturas y Congresos estatales que están en disputa.

En cualquiera de los dos casos, si quieren anularlo para impedir que suba con el voto indeciso o bajarlo del segundo lugar, está claro que el nuevo embate contra Anaya va en la misma lógica política y mediática en la que siempre  fueron las acusaciones de la PGR en su contra por presunto lavado de dinero: no se trata de un video que pueda ser utilizado como “prueba” en una averiguación formal, porque ningún juez lo admitiría, ni tiene ningún efecto jurídico. Pero, políticamente, es posible que con esta grabación y tal vez algunas más que le tengan preparadas, la envestida contra el panista en las dos últimas semanas de campaña busca sacarlo de la contienda y afectarlo como ya lo lograron con las investigaciones de la Procuraduría al inicio de la campaña, en las que nunca se le citó ni se le acusó formalmente, pero se le hizo un daño real al frenar el crecimiento de su campaña.

Esta vez, ¿volverán a frenar y a bajar a Anaya e indirectamente beneficiar al puntero López Obrador, o la respuesta del Frente y sus acusaciones directas a Peña Nieto más bien lograran victimizarlo y blindarlo? Eso se verá en el tercer debate presidencial de este martes.

Notas indiscretas… No sólo en las campañas políticas sube el golpeteo político. También en la Auditoría Superior de la Federación, un órgano técnico y fundamental para la fiscalización y el combate a la corrupción en el país, la grilla sube de tono con la salida a medios del ex auditor Juan Manuel Portal que acusa un “desmantelamiento de la ASF” y se lanza con todo contra su sucesor, David Colmenares, a quien acusa de “no haber hecho una auditoría en su vida”. El berrinche del señor Portal, a quien no se le niega la gran labor que realizó como auditor, parece confundir a la Auditoría con un “coto político” personal y cuestiona que haya cambios en las direcciones, algo que no significa necesariamente que se detengan las auditorías y revisiones a la cuenta pública. Portal hizo durante sus dos periodos al frente del órgano fiscalizador un buen equipo, pero también un grupo que se enquistó e incurrió en vicios e irregularidades. Si el nuevo auditor Colmenares dice tener motivos y, además investigaciones en curso sobre irregularidades, para despedir a funcionarios como Muna Dora Buchaín, es su facultad hacerlo; e igual que Portal a su llegada quitó directores para nombrar personas de su equipo y su confianza, la renovación de algunas áreas y direcciones no puede confundirse con un “desmantelamiento”. A menos que alguien crea que la ASF tiene dueños y que éstos son intocables… Hablando de “intocables”, así defendió el secretario de Salud capitalino, Román Rosales, a su nuevo director de la Clínica Condesa, Alfonso Trujillo, a quien activistas y organizaciones civiles que luchan contra el VIH-Sida, cuestionan por su falta de experiencia y conocimiento del tema. Rosales recibió hace unos días a los grupos civiles y organizaciones que le externaron su preocupación e inconformidad de que la designación de un director sin experiencia en el tema del VIH ponga en peligro la continuidad de la prevención del Sida en la Ciudad de México.

Rosales los escuchó y ofreció revisar el tema, pero lejos de atender sus reclamos y preocupaciones, comenzó una campaña mediática para tratar de apuntalar a su recomendado Trujillo Plaisant y mostrarlo como un “experto en la materia”. Ante eso, varios activistas y organizaciones reconocidas preparan una Carta Abierta para denunciar la “imposición de un nuevo director de la Clínica

Especializada Condesa”, en la que sostienen que no se justifica un cambio de director “a unos meses de terminar la presente administración” y piden “la restitución del director anterior o el nombramiento de una persona que cumpla con el perfil profesional establecido por la ley”. ¿Los escuchará Amieva o validará el costoso capricho de Rosales?.. Capicúa de los dados. Semana redonda.