20 de Abril de 2024

¿PODRÍAN CONGELARLE CUENTAS AL BANCO DE MÉXICO?

RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS

El pleno del Senado debatirá la semana próxima, antes de que termine su periodo ordinario de sesiones, la iniciativa que pretende “asegurar que las instituciones financieras del país sigan cambiando dólares en efectivo a migrantes y turistas extranjeros, y que mandata al Banxico a actuar como banco de última instancia para que compre los dólares excedentes y los integre a las reservas internacionales o pueda repatriarlos a Estados Unidos”.

La iniciativa —cuyo dictamen fue aprobado el viernes pasado por la Comisión de Hacienda y Crédito Público— ha generado gran controversia, sobre todo por el peligro advertido por el propio Banco de México de que dicha reforma abra la puerta al ingreso de “flujos de efectivo provenientes de actividades ilícitas, lo que puede representar un riesgo importante para el sector financiero nacional en su interacción con el sistema financiero internacional”.

Aún más: exponer al banco central a “acciones cautelares y sanciones por parte de autoridades del exterior”, como la prohibición de llevar a cabo transacciones en moneda extranjera en sus jurisdicciones, el congelamiento de cuentas y recursos e incluso la confiscación de los mismos.

Esta reacción, compartida por representantes del sector financiero, dio lugar a que la Junta de Coordinación Política del Senado accediera a una reunión técnica entre el Banxico, la Secretaría de Hacienda, la Asociación de Bancos de México y la comisión correspondiente de la cámara alta, que tuvo lugar ayer. De ella resultaron propuestas que los legisladores prometieron incorporar.

Los argumentos de ambas partes merecen atención para tratar de entender este complejo dilema entre dos visiones diferentes respecto a un mismo problema: una de carácter social y la otra de técnica financiera.

El caso de las remesas que envían los migrantes mexicanos de Estados Unidos es el más relevante. Hablamos de 36 mil millones de dólares en 2019 y poco más de 40 mil millones de dólares en este año. Banxico asegura que 99% de ese flujo de divisas ingresa por transferencias electrónicas, pero el senador Alejandro Armenta Mier, presidente de la Comisión de Hacienda, asegura que al menos 5% del total son dólares en efectivo que entran al país cuando los paisanos visitan a sus familias a mediados o a finales de cada año.

El legislador argumenta que en el sistema financiero mexicano hay una acumulación de dólares derivada de las medidas restrictivas del gobierno de Estados Unidos, intensificadas desde 2012, contra operaciones con recursos de procedencia ilícita. Bancos norteamericanos que hacían operaciones con dólares desde México, dejaron de hacerlas por temor de contravenir esas rigurosas medidas y ser severamente sancionados.

Por otra parte, la fuerte cantidad de dólares en efectivo que recibe México por remesas y turismo, es comprada por los bancos mexicanos para cambiarlos por pesos, pero después no pueden ser vendidos (repatriados) a Estados Unidos (como utilidades o pago de deudas), ante las restricciones impuestas por el vecino país.