Iris Román
Tuxpan
La desaparición de jóvenes en Tuxpan se ha vuelto un problema cada vez más recurrente y alarmante. En lo que va del mes de febrero, múltiples casos han sido reportados, generando angustia entre las familias y una creciente demanda de respuestas por parte de la sociedad.
Los casos más recientes incluyen a Melanie Nikol Vargas, así como la desaparición de Alex Ramírez Gutiérrez/ Alondra Ramírez Gutiérrez el pasado 25 de febrero y Elí Castañeda Cristóbal, quien desapareció al otro día.
La incertidumbre y el temor se han apoderado de la comunidad, pues la tendencia parece ir en aumento sin que hasta el momento se vislumbre una solución clara.
A medida que los días pasan, los postes de la ciudad se han convertido en un testimonio silencioso de la crisis: están saturados de fichas de búsqueda con los rostros de personas desaparecidas. Lonas con imágenes de jóvenes que un día salieron de casa y no regresaron cubren las calles, evidenciando la magnitud del problema y el dolor de las familias afectadas.
En este contexto, las familias de los desaparecidos solicitan la colaboración ciudadana para dar a conocer cualquier información que pueda dar con el paradero de los jóvenes y piden que se puedan comunicar a los números y correos electrónicos disponibles en los boletines de búsqueda.
Los padres de familia de Tuxpan viven con el temor de que sus hijos sean los próximos en engrosar la lista de desaparecidos. La exigencia es clara: se necesitan respuestas y acciones inmediatas de las autoridades para frenar esta crisis que está desangrando a la comunidad.
A esto hay que sumarle las ejecuciones realizadas en este mes y las constantes balaceras reportadas por la misma población, lo que hace cada día más visible la inseguridad y zozobra que prevalece en Tuxpan.
Mientras tanto, Tuxpan se llena de rostros ausentes, de familias rotas y de una pregunta sin respuesta: ¿Hasta cuándo?