Mediante la implementación de la estrategia de entregar semanalmente un Banderín del Aseo, ya se ven resultados favorables
MA. CELIA ÁLVAREZ
Tuxpan
Como ocurre en otros planteles, era tan notoria la cantidad de basura acumulada en el patio de la Escuela Primaria “Antonia Nava”, generada por los pequeños tras la hora del recreo, e incluso en los salones de clase, que las autoridades directivas tomaron la determinación de recurrir a diversos procedimientos con la finalidad de inculcar una cultura de la limpieza.
Tras varios intentos infructuosos, mediante la actual estrategia de entregar semanalmente un Banderín del Aseo a aquel grado que haya mostrado mayor pulcritud, ya se ven resultados favorables, informó el Director Clemente Martínez Rojas.
“Hemos observado que los niños tiran mucha basura en el patio y hace una semana implementamos una campaña de otorgamiento del Banderín del Aseo, como aliciente para crear el hábito de la limpieza en los alumnos de todos los grados. Ahora pasa todos los días el maestro de guardia por los salones, constata que el grupo al que le corresponda vigilar que los residuos dispersados por el patio queden depositados en los recipientes adecuados, y cada semana, el lunes a la hora de los Honores a la Bandera se hace entrega del banderín. Y sí ha dado buen resultado”, aseguró.
El Maestro Martínez Rojas explicó que los niños no solamente arrojan los desechos en sus respectivos planteles, sino también en la calle o en cualquier lugar, debido a que el ejemplo que reciben en sus casas no es el adecuado, o de lo contrario sí harían uso de los recipientes colocados ex profeso en las escuelas y por toda la ciudad para acopiar desperdicios. “La idea es que los niños adquieran el hábito de la limpieza, que se acostumbren a colocar la basura en su lugar, y de esa manera sean ellos mismos los que eduquen a sus papás, porque con eso vamos a lograr tener una población más consciente y una ciudad más limpia”, enfatizó.
“Anteriormente se había intentado hacerlo de varias maneras, pero no se consiguió concientizar a los niños respecto a la necesidad de depositar la basura en el lugar donde debe estar; es difícil, porque ya traen costumbres arraigadas de sus casas, ya que los papás recibieron también mal ejemplo de generaciones pasadas, entonces de lo que se trata es de romper esa cadena de malos hábitos y forjar generaciones con una conciencia de que vivir en una ciudad y un mundo limpios sería mejor. Creen que por tirar un papel al piso no pasa nada, pero no se dan cuenta de que si cada uno dejamos basura por aquí y por allá, eso va a hacer una bola gigante, las coladeras se van a tapar y el daño es para toda la ciudadanía”, finalizó.
