Lamentó que tanta pestilencia vaya a dar hasta el estero Tenechaco, donde cuando él era niño, hace varias décadas, había diversas especies acuáticas, róbalo, jaibas, ostión, “era mucho pez, la gente iba a pescar ahí porque está angosto y fácil sacaban los pescados, pero ahora ya casi no hay nada, por tanta contaminación del Rastro y de estos desagües”, subrayó.
Otro vecino, Eleazar Cruz, manifestó que el deseo de los moradores de la zona sería que por fin lo entuben, pues lleva así muchísimos años hasta ahora sólo uno de los propietarios de viviendas del entorno tapó una parte con “colado”, pero por tratarse de una obra costosa, los demás no han podido hacerlo.
Para finalizar, un vecino que no quiso proporcionar su nombre, señaló que el Ayuntamiento debería tapar el desagüe porque, además del mal olor y pésimo aspecto que da a la población local y visitantes, representa un peligro latente, sobre todo para los niños, al estar carcomido su endeble barandal. “Si alguien se recarga ahí, de seguro se mata, porque para allá abajo hay como tres o cuatro metros”, enfatizó, con gesto compungido.
