Tales augurios se fundamentan, señaló, en la tendencia a la baja de los precios del petróleo, principal fuente de ingresos para el país, y la cotización del peso respecto al dólar, ya que la moneda norteamericana “va para arriba como el agua”. Por ello, aseveró, todo se está encareciendo y seguirá habiendo despidos de trabajadores, tanto en el Gobierno como en las empresas.
Según sus cálculos, durante el resto de 2015 y el próximo año no se podrán tener expectativas optimistas respecto a la situación de trabajadores y campesinos, quienes tendrán que seguir apretándose el cinturón, debido a la escasez de fuentes de empleo y la precariedad de los salarios. Será hasta el año 2017 cuando podrán repuntar los indicadores económicos y la población verá alguna mejoría en su situación, previó.
Por el momento, subrayó, basta con hacer una visita al mercado y adquirir cualquier producto básico para comprobar que todo está “por las nubes”, mientras los salarios son “de hambre”. Tales circunstancias podrían derivar en un aumento de la delincuencia, ya que la necesidad lleva a algunas personas a incurrir en delitos, estando expuestos a ello especialmente los jóvenes, quienes al no tener empleo pueden pasarse a las filas de la ilegalidad, concluyó.
