Especificó que los animales pueden transmitir al humano diversos males como la rabia, que se puede adquirir por la mordedura de un espécimen que la padezca o bien al consumir frutos que hayan sido mordidos por ratas, ardillas o murciélagos infectados; asimismo, la brucelosis, al consumir leche o queso de vaca no pasteurizados, y la triquinosis, por la carne de puerco mal cocida.