24 de Septiembre de 2024

De drenes a zanjas

 

Un habitante de la calle Zózimo Pérez, quien no quiso proporcionar su nombre, evocó la mayor inundación que se recuerda en la zona, en el año 1955, cuando se sumó a las cuadrillas que se dedicaron durante días a destapar las zanjas y rociarlas con gasoil para combatir las epidemias ocasionadas por los moscos. Su queja es que esos drenes naturales hace demasiado tiempo que no han sido desazolvados y ya hasta están “enrasados” al parejo con el suelo.

 

Por tal motivo, dijo, en esa zona cada vez que llueve se inunda la avenida Cuitláhuac y no pueden pasar los vehículos, que tienen que ir a dar la vuelta por su calle, donde los terrenos de muchas casas también se anegan, e igualmente ocurre en el área del parque de La Bandera, como en otros lugares del Puerto. La solicitud ciudadana a autoridades municipales y sanitarias es que, al menos, destapen las zanjas, hoy convertidas en focos de infección.