Aun cuando en diferentes sitios de la ciudad se colocaron los vendedores de flores, como en el cotidiano sitio de la Técnica No.2, la Técnica Pesquera y en general a lo largo del boulevard pasando el puente con rumbo a la playa y en las afueras de los panteones, no todos manejaron los precios en un mismo estándar y eso fue motivo de queja de parte de la población.
Ante esa situación, los hijos opinaron que preferían cooperarse para llevar a su señora madre a comer o entre todos comprar un regalo al que le pudiera dar otro uso, porque si bien es necesario poderle llevar alguna flor o peluche, lo cierto es que cada vez los ambulantes quieren hacer su negocio más caro.