24 de Septiembre de 2024

El infierno del alcoholismo

Un integrante de Alcohólicos Anónimos narra la pesadilla que vivió a lo largo de 15 años, hasta que se decidió a buscar apoyo

MA. CELIA ÁLVAREZ

Tuxpan

El alcoholismo es un infierno; un problema serio y dañino para toda la familia. “No sabemos, cuando iniciamos con los primeros tragos, lo que se va a desencadenar. Mucha gente contará con suerte y no llegará a caer en ese estigma, pero a muchos sí nos tocó padecerlo”, indicó un hombre que vivió durante 15 años como alcohólico, hasta que decidió buscar apoyo.

Comenzó tomando cuatro cervezas, a los 14 años, en una fiesta de cumpleaños con unos amigos; terminó en el suelo “y al otro día no quería saber de mí, con un vómito tremendo; como que el alcohol me estaba dando una lección de lo que podía hacer conmigo, pero mi capacidad no me dio para entender esa situación”, confesó, añadiendo que siguió tomando hasta los 29 años de edad.

Padecía de lagunas mentales, pérdida de la memoria y delirium tremens, volviéndose irresponsable como estudiante y cabeza de familia, pues a los 18 años ya tenía mujer y a los 20 nació su primera hija. El alcohol le daba “valor” y se hizo pendenciero, por lo que se peleaba a golpes. Estando ebrio se desgarraba la ropa y rompía los pocos muebles de la casa; después le entraba un complejo muy fuerte de remordimiento de conciencia.

Cayó en un círculo del que era imposible salir; podía pasar tres semanas sin comer, tomando más de un litro de alcohol a diario, de marca o aguardiente barato. Iba al hospital a que le pusieran suero y al salir seguía tomando. Se sentía impotente. Su familia lloraba con él. Hasta que llegó a AA. Lleva 33 años en recuperación, “porque si agarro la botella otra vez, vuelvo a lo mismo”.