Ello, añadió, pese a que en las zonas de playa empieza a haber mucho movimiento comercial, bastante gente viviendo en el área, así como empresas turísticas, con el consecuente flujo de vehículos que circulan por el lugar y niveles importantes de ruido en la parte Norte, “y aunque en Villamar aún no hay tanto movimiento, de cualquier manera, a las tortugas les afecta el ruido y la luz; se va creciendo por un lado, y por otro, se descalabra el ecosistema”, indicó.
Señaló que hay tres ejidos en el área: Villamar, Playa Emiliano Zapata y Benito Juárez, cuyos habitantes tienen terrenos a orillas de la playa y respetan las nidadas que permanecen en el sitio e incluso les avisan cuando ven llegar una tortuga o bien marcan el sitio del desove, para proteger los nidos, habiendo depredación de los huevos únicamente por parte de los animales silvestres o domésticos de la zona.
Sobre la primera liberación de tortugas blancas, indicó que podría ser entre el ocho y 10 de agosto próximo, cuando invitarán a niños de Preescolar y Primaria para que depositen a la orilla del mar a la nueva generación de quelonios resultante de unas 15 nidadas de esa especie que recién arribaron.
