Otro hábito común en los hogares es mantener abierta la llave del agua al bañarse, en lugar de cerrarla mientras la persona se enjabona, desperdiciándose aproximadamente 100 litros de agua durante un baño de 10 minutos; igualmente, durante el cepillado de dientes, si se deja abierta la llave del lavabo, por cada minuto se malgastan cinco litros de agua.
Las personas pueden darse una idea de la cantidad de líquido vital que emplean, al sumar los litros utilizados para realizar diferentes tareas hogareñas: al lavar los platos se gastan aproximadamente 50 litros, y para una carga de ropa, alrededor de 200; cada vez que se usa el inodoro se van al desagüe entre ocho y 10 litros, y teniendo una llave que gotea, si no se repara, se desperdician más de 50 litros cada día.
