“En una ocasión nos asaltaron dos veces en una sola semana y a mí me tocó estar en las dos, en mi casa ya no quieren que trabaje aquí porque es muy peligroso, pero uno se aguanta por necesidad” admitió Edgar L., despachador de una de las bombas de gasolina.
Por tal motivo piden ser tomados en cuenta y de esta manera poder trabajar con seguridad en cualquier horario que les toque su turno de trabajo.
