Y es que basta con acercarse a la orilla del río para detectar esta pestilencia, “lo primero que hacen al llegar al malecón es oler esos nauseabundos olores que son las aguas negras” y de manera urgente exponen la situación que puede perjudicar seriamente al Puerto.
En el año 2006 la Universidad Veracruzana (UV) publicó información que había recabado la encargada del Laboratorio de Análisis Bacteriológico de Aguas, Maricela López Ortega, donde se llegó a la conclusión de que el río Tuxpan ya presenta graves muestras de contaminación, principalmente en las zonas habitadas por la descarga de drenajes.
Ahí mismo se confirmó que el gran daño no sólo provenía de casas, sino de hospitales y rastros que, al no tener o buscar otra opción, recurrían a ríos y lagunas para desechar sus aguas negras.
