Una señora de la tercera edad explicó que desde el patio trasero de su casa ha visto que se las lleva la corriente hacia el puente Tenechaco y después las vuelve a trasladar de regreso, hacia la parte posterior del campo de la Feria, pero en ocasiones se quedan atoradas en las orillas y es cuando llega más fuerte el hedor hasta sus viviendas.
A través de este medio, habitantes del lugar hacen un llamado a las autoridades competentes para que revisen el área y se descarte cualquier otro posible suceso relacionado con las bolsas en cuestión, y además se prevengan posibles malestares, al exponerse a tanta contaminación en esa zona.