-Ofrecer servicios sexuales, uno de los oficios de mayor riesgo, señalan sexoservidoras
-Al ser Tuxpan una ciudad de paso de migrantes, es imposible llevar control de todas las mujeres que prestan servicios sexuales
Por MA. CELIA ÁLVAREZ
Desprecios, amenazas, extorsiones, intimidaciones, golpes, contagio de enfermedades venéreas e incluso la muerte, son algunos de los riesgos que día a día deben enfrentar quienes trabajan ofreciendo servicios sexuales, así sean mujeres u hombres, ya que quienes les contratan, al pagarles unos pesos se creen con derecho de hacer con ellas lo que les venga en gana, señalan sexoservidoras.
PROTEGIDAS POR LA LEY
Las personas que decidan trabajar en la prostitución, están totalmente protegidas por la Ley, señaló Tonatiuh Hernández Sarmiento, Delegado Regional de Derechos Humanos, quien aclaró que, como cualquier otro trabajador, tienen sus derechos a salvo y, por lo tanto, es obligación de todos respetarles, recayendo una gran responsabilidad en los servidores públicos, quienes ya no pueden someter a ningún tipo de revisión, trato cruel o denigrante a quienes se dedican al sexoservicio, “por el contario, son un grupo que constantemente está en riesgo, por lo que se debe estar vigilante de que sus derechos no sean violentados”, advirtió.
Anteriormente, dijo, los derechos de las personas sexoservidoras eran negados, por considerar inmoral su actividad, aunque la Constitución en su Artículo Quinto protege la libertad de profesión u oficio; en 2014 la prostitución pasó a ser tutelada constitucionalmente como un empleo, cuando el Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa, en el Distrito Federal, la reconoció como una forma de trabajo más, siempre y cuando el servicio se preste voluntariamente y no se ejerza en un contexto de violaciones de derechos humanos.
BAJO CONTROL MUNICIPAL
Pese a que existe un censo probable del número de sexoservidoras que trabajan en la ciudad, es imposible precisar cifras exactas de quienes ejercen la prostitución en este Puerto, ya que al ser Tuxpan una ciudad de paso, es común la presencia de prostitutas que provienen de países vecinos o del Sur de la República.
De acuerdo a registros de la Comisión de Salud de la Comuna municipal, 310 mujeres se dedican a prestar sus servicios sexuales en diversos lugares de la ciudad, mismas que cuentan con una Cartilla Municipal de Salud, la cual les acredita para poder ofrecer sus servicios sin representar riesgo de contagio de enfermedades venéreas, tuberculosis y VIH, y les sirve también para no ser extorsionadas por elementos de seguridad, que se aprovechaban de su situación para explotarlas a través de dinero o servicios.
A decir del Regidor Sexto, Doctor Antonio Kokke Rocha, Comisionado en Salud y Asistencia Pública, estas mujeres son sometidas a análisis médicos periódicos que certifican sus condiciones físicas y, por ende, tienen derecho como las demás personas a trabajar en el oficio al que se dedican, no obstante, se les invita a usar condón, dado que es un método de protección efectivo tanto para ellas, como para quienes demandan sus servicios.
CERO PROSTITUTAS
A decir del Doctor Francisco Arango Graña, Jefe de la Jurisdicción Sanitaria número 2, en esta ciudad no existen las prostitutas, tan sólo hay mujeres que ejercen libremente su sexualidad, “y eso en México no está tipificado como delito; quien las tenga así clasificadas, está estigmatizando a las mujeres”, enfatizó, añadiendo que lo que es ilegal es el lenocinio, es decir, la explotación de estas personas por parte de proxenetas.
Al ser cuestionado sobre la supervisión médica de quienes trabajan como sexoservidoras para garantizar que no representan riesgo de contagio de enfermedades venéreas, como lo son el VIH u otras, manifestó que es obligación de cada persona ejercer su sexualidad con responsabilidad, sobre todo quien tiene más de una pareja sexual, y si hay quienes requieren de los servicios que prestan estas mujeres, deben hacerlo conscientes de ejercer una práctica de riesgo y las consecuencias que ello les puede traer.
Reiteró que no existe garantía de que una persona no va a contagiarse de enfermedades de transmisión sexual, y que lo único seguro es el uso del condón, remarcando que la prueba de VIH puede dar negativa hasta un año después de tener una práctica de riesgo y luego salir positiva. No obstante, dijo, se les atiende, orienta y trata, de ser necesario, cuando voluntariamente estas mujeres acuden a consulta.
MARGARITA…, VÍCTIMA DE LA PROSTITUCIÓN
Margarita, mujer dedicada a la prostitución desde hace más de una década, confirma los abusos a los que son sometidas, no sólo por sus “clientes”, sino también por funcionarios que las extorsionan o por gente que las explota, ya que para poder operar, deben pagar también para no ser molestadas y que las dejen trabajar libremente.
Erguida, con la frente en alto y los ojos tristes arrasados de lágrimas, sostiene: “Al trabajar en esto, evitamos que se ofenda a personas buenas; mejor nos vienen a pedir servicio a nosotras y no hay violación, si no, hubiera muchas”.
Asegura que con lo que gana trabajando en la calle, de madrugada, saca adelante a sus tres hijos menores. Ninguno sabe a qué se dedica, simplemente les lleva para el sustento cotidiano y para que estudien, porque su pretensión es que terminen una carrera universitaria y ninguno de ellos atraviese por dificultades como las que ella ha tenido que enfrentar.
Sin preparación alguna, difícilmente encontraría otro trabajo, subraya, aunque si ello fuera posible, desde luego que lo haría, porque vender su cuerpo no es algo que le agrade. “La gente dice que es trabajo fácil, pero no es así”, reitera, evocando la ocasión en que la llevaron a la playa y le dijeron que la iban a matar, librándose de un incidente que lamentar porque se alejó del lugar corriendo a toda la velocidad que le permitieron sus piernas.
Asegura que ella acude periódicamente a hacerse análisis médicos y renueva su Cartilla de Salud cada seis meses, pero aun así hay ocasiones en que los policías se la llevan, hasta que algún cliente va a sacarla; otras veces los guardianes del orden le piden dinero, “para el refresco”, alegando que está trabajando en la calle y no tiene permiso para ello.
Margarita conoce a muchachas muy jóvenes que trabajan en los bares y cantinas e invariablemente se repite la historia: lo hacen por razones de supervivencia, para sacar adelante a sus hijos.
NUMERALIAS
143 mil a 862 mil trabajadoras sexuales registradas había en México en el año 2010, cuando se realizó el último censo del INEGI
310 sexoservidoras forman parte del padrón municipal y trabajan con su respectiva Cartilla Municipal de Salud, evitando ser molestadas
2014, año en el que la prostitución fue considerada un empleo
ANOTADO
El término de prostitución define a cualquier mujer u hombre que lleva a cabo el coito con compañero o compañera, en cuya elección se excluye el factor emocional o afectivo, constituyéndose así la retribución monetaria en la finalidad relevante de dicha actividad, según el investigador Ricardo Franco.
EL DATO
La prostitución se tolera en México desde el año 1865, cuando el mariscal francés Aquiles Bazaine promulgó un reglamento para proteger la salud de los soldados invasores, creándose un registro de prostitutas, a las que cobraban impuestos, sometían a revisiones médicas semanales y clasificaban, por edad y atractivo, como de primera, segunda y tercera clase.
LA FRASE
“Lidiar con borrachos y drogadictos es pesado, más cuando amenazan con golpearte o matarte y no sabes si regresarás con tu familia o no, sólo nos queda complacerlos, con el temor en la garganta”. Margarita, Sexoservidora
