27 de Septiembre de 2024

Alcoholismo daña a familiares

-Todos los miembros del hogar padecen las consecuencias de la enfermedad que afecta al que bebe en exceso y es preciso buscar ayuda

Por MA. CELIA ÁLVAREZ

El alcoholismo es una enfermedad que no sólo atañe a la persona que bebe en exceso, sino a toda la familia, porque a los demás integrantes de ésta les afecta física, emocional y económicamente, sufriendo el problema en silencio muchos hogares, pensando que se trata de un asunto vergonzoso del que los demás no deben enterarse, cuando lo adecuado es pedir ayuda para superarlo.

Según el testimonio de miembros de los grupos de familia Al-Anon, integrados por parientes de personas alcohólicas, buscar ayuda es primordial para evitar consecuencias fatales, ya que muchas mujeres llegan incluso a perder la vida, por estar sometidas a  las continuas palizas del esposo ebrio, sin atreverse jamás a contarle a alguien su grave problema ni a solicitar apoyo.

“Vengo de un hogar alcohólico, mis padres, abuelos, hermanos han sido enfermos, y hasta que una persona en nuestra casa buscó la ayuda por medio de Alcohólicos Anónimos, me di la oportunidad de conocer cómo es esa enfermedad, que daña como un tornado y arrastra a toda la familia, aunque uno no lo quiera”, indicó una integrante de este grupo de buena voluntad.

Añadió que algunos alcohólicos, aunque sean personas pasivas, se vuelven violentas, o viceversa, hasta lloran, experimentando cambios emocionales muy fuertes, que afectan a todos sus parientes, “y uno como familiar tiene el deber moral de apoyar al enfermo cuando éste ya buscó la ayuda, y si no, buscarla uno, porque así no se puede vivir, hay que sacarlos adelante”, reiteró.

 

Por último recomendó a las familias afectadas por este mal, solicitar ayuda, en lugar de tomar decisiones equivocadas, “porque hay niños que beben desde los 10 años e incluso niñas con problemas fuertes de alcoholismo y otras sustancias”, aseveró, “pero los padres ignoran qué hacer y reaccionan violentamente, agrediéndolos y muchas veces encerrándolos, lo cual no funciona; el alcohólico tiene que aceptar su enfermedad para que se pueda rehabilitar”, concluyó.