-Constructora no tomó en cuenta las casas de la periferia
-Ayer levantaron el bloqueo, aunque no llegaron a arreglos concretos
Por Liz Martínez
Luego de 20 días de mantener tomada la calle Rosales, de la colonia “Las Palmas”, el Movimiento Antorchista buscará medidas drásticas si no son escuchados, porque con la ampliación de la colonia aledaña, están teniendo inconvenientes con la obra, y además temen inundarse en caso de hacerse un trabajo mal planeado.
Concepción Iturbide Santiago, la lideresa antorchista, dijo que la preocupación que tuvieron fue que serían destruidas las calles de sus colonias al introducir el drenaje para esas casas nuevas que están construyendo, por lo que colocaron una cerca permanente para evitar que siguieran trabajando.
Indicó que las unidades pesadas que transitan por su calle para dar a la zona de la ampliación del fraccionamiento nuevo, provoca que los habitantes corran peligro, porque llevan tubos y piedras, así como material en general, haciendo que se vean en la necesidad de manifestarse mostrando el rotundo rechazo por tal situación.
Sin embargo, ayer, alrededor de las 14:00 horas, representantes de las autoridades estatales y municipales, de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV) y de la Dirección de Obras Públicas, además de gente integrante de la constructora, sostuvieron diálogo con un promedio de 120 antorchistas, mismos que pidieron que no les destruyan las calles y se comprometan a efectuar algún trabajo de mejora en el sitio afectado, por lo que se reunirán la siguiente semana para llegar a un acuerdo.
Iturbide Santiago expresó que “no nos oponemos al progreso, pero sí es injusto que por más de 20 años fueron gestionadas las obras de pavimentación de esa colonia, y que de un momento a otro sean dañadas ante la llegada de una empresa particular que viene a construir casas y tengan que romper el concreto hidráulico para introducir el drenaje”.
Por último, dijo que otro problema es una fosa que se formó en un predio, entre la colonia y las nuevas casas, debido al saqueo de tierra que hacen para rellenar los lotes que afecta como a ocho casas de la misma, las cuales, con las lluvias corren el riesgo de inundarse.
