-Vecinos de la Plaza de Todos Santos piden que no sea utilizado el Callejón del Niño Perdido como mingitorio público
Por MA. CELIA ÁLVAREZ
Hace falta que pongan baños portátiles para los comerciantes de la Plaza de Todos Santos, ya que aun cuando algunos acuden a los negocios cercanos que ofrecen el servicio a cinco pesos, “a muchos se les hace fácil subirse al Callejón del Niño Perdido y usarlo como mingitorio público”, se quejaron vecinos de la zona, quienes aseguraron que el lugar permanece apestoso a orines y excremento hasta que cae un buen aguacero que arrastra la inmundicia.
Y como tampoco les dotan de luz, dijeron, los vendedores se “cuelgan” de los postes con puros “diablitos” y el vecindario teme que esa sobrecarga de corriente pueda producir un cortocircuito que derive en algún conato de incendio; piden también que los comerciantes no mantengan la música a todo volumen hasta la madrugada, ya que impiden a las personas que viven en el entorno conciliar el sueño durante estos días.
“En general, está bien, nos gusta mucho, es un espectáculo tradicional que vale la pena seguir haciendo y cada año lo esperamos; lo que nos gustaría es que ya no se den abusos por parte de algunos comerciantes desconsiderados”, señaló el señor Juan de Dios, quien añadió que las autoridades deberían impedirles mantener la música a volumen estridente hasta altas horas de la noche.
Finalmente opinaron que los pasillos son excesivamente estrechos y casi no queda lugar para que la gente pase, por lo que se originan aglomeraciones, ya que se conceden un número excesivo de puestos y, aparte, venden espacios en los pasillos a las “zacahuileras”, lo que recarga un poco la Plaza de Todos Santos, considerando los habitantes de la zona que ello desluce un poco este típico mercado popular que antecede a los días dedicados a los difuntos.
