-Para hacer más atractiva e innovadora la presentación del pan de muerto, ofrecen formas y colores inusuales, que varían cada año
Por MA. CELIA ÁLVAREZ
El pan es uno de los elementos básicos de esta época de rituales y ofrendas en honor de los difuntos, y en su elaboración hay quienes sacan a relucir la creatividad, para hacer más atractiva e innovadora su presentación, ofreciéndolo con formas y colores inusuales, que van variando año con año.
Explicó la señora Flor María Azuara Suárez que en estas fechas le gusta ofrecer en su negocio diseños especiales en las figuras de pan de muerto, manteniendo el sabor y la calidad, pese al alza en los insumos necesarios para su elaboración, desde las piezas más económicas, que venden a cinco pesos, hasta las que rinden para 10 personas y se expenden hasta en 45 pesos.
Reveló que el secreto para hacer un buen pan, sabroso y nutritivo, “es elaborarlo con cariño, como para la propia familia”, y en cuanto a la presentación, explicó, “se trata de que se antoje nada más verlo, que resulte apetecible al primer vistazo, por eso es importante cuidar el aspecto externo tanto como los ingredientes, que deben ser frescos y de calidad”.
El pan de muerto que ofrece durante estos días a su clientela lleva como ingredientes principales la mantequilla y la ralladura de naranja, a la usanza del que se elabora desde antaño en Chicontepec y cuya receta ha pasado de una a otra generación, preservando una sabrosa herencia gastronómica.
Señaló por último que un panadero chicontepecano es quien elabora las piezas que desde joven aprendió a hacer al estilo tradicional, con esmero, en estos tiempos en que, aseguró, en otros lados suelen usar harinas previamente preparadas, pero ellos se apegan a las recetas antiguas, aprendidas en el hogar, empleando las medidas exactas de cada ingrediente.
