-Deben llegar desde la madrugada para poder entrar a consulta
Por MA. CELIA ÁLVAREZ
Mientras que en la ciudad de Xalapa se moderniza el sistema de programación de citas para los derechohabientes del IMSS, pudiendo realizarse de manera digital y en un periodo de tiempo muy próximo, en la clínica de este Puerto, los pacientes viven todo un calvario de espera para poder ser atendidos por un especialista, ya que deben llegar desde la madrugada para apartar cita y permanecer durante horas hasta que por fin son recibidos y, en algunos casos, rechazados y programados para el próximo día u otros después.
Por si esto no fuera suficiente, afirman pacientes y familiares de éstos, que cada vez que acuden deben enfrentarse al trato despótico de las recepcionistas y a la pésima higiene que hay en los sanitarios, los cuales son incluso un foco de infección.
Por citar un ejemplo, un joven empleado convaleciente de dengue, que omite su nombre por temor a represalias por parte de la institución, aguardaba con su madre, sentados frente a la zona de sanitarios, desde las 6:00 de la madrugada, sin esperanzas de poder abandonar el Hospital General de Subzona número 26 “Lic. Jesús Reyes Heroles” hasta las 3:00 de la tarde, a juzgar por la experiencia vivida en el nosocomio los días anteriores.
“No es posible que seamos del consultorio de la tarde y tengamos que venir desde las 6:00 de la mañana a hacer fila, porque nada más hay tres lugares y el cuarto ya es paciente de espera; tiene uno que amanecerse aquí para que lo atiendan, y desde esa hora que llegamos, luego vamos saliendo hasta las 3:00 de la tarde”, indicó, visiblemente decaído y tembloroso a causa del mal.
Explicó que el domingo anterior empezó a manifestar síntomas de dengue, como un fortísimo dolor de huesos y de cabeza, y a partir de entonces tuvo que destinar casi la totalidad de sus seis días de incapacidad a “amanecerse” en el Hospital del IMSS, para lograr pasar con el médico y que le recetara tan sólo paracetamol, tras esperar unas ocho horas, lo cual calificó como lamentable e injusto para la clase trabajadora que hace puntualmente sus aportaciones para poder contar con un seguro de calidad.
