Por Mayra Rojas Santiago
Por tradición, el “sobador” o “huesero” representa una alternativa de sanación para las molestias musculares o lesiones corporales, pero realmente no es una garantía, toda vez que sus conocimientos son empíricos y sin alguna facultad médica, por lo que en la mayoría de los casos, quienes acuden a ellos, no logran sanarse y empeoran su estado de salud.
Alexandra Delgado Blanco, Licenciada en Fisioterapia, indicó que muchos de los pacientes que reciben diariamente son personas que llevan fuertes afectaciones recientes o de varios días, una vez que se vieron lesionadas y decidieron ir con un sobador y éste, lejos de ayudarlos, los afectó más.
Explicó que lo que hacen los “hueseros” es sobar sobre una lesión que aún está caliente, y al montar fricción sobre ella, calientan el tejido aún más y acrecientan la lesión, explicando que en estos casos lo primero que se debe hacer es enfriar el musculo, para después revisar que tan grande es la afectación y proceder a ver qué es lo más recomendable.
“Mucha gente ofrece este tipo de servicios sin los estudios ni los conocimientos necesarios, porque lo ven fácil, pero no se dan cuenta que por ignorancia pueden causar fuertes afectaciones a sus pacientes”, finalizó.
