30 de Septiembre de 2024

Políticamente, Juan Ramón, ¡Acabado!

-Oscuro pasado del ex alcalde permanece en la memoria de los tuxpeños, por si se le ocurre aspirar a un posible cargo en la presente contienda

-Las destrucción del boulevard Jesús Reyes Heroles ocasionó el odio de todo un pueblo

DE LA REDACCIÓN

Tuxpan

Los tuxpeños jamás olvidarán el peor periodo de Gobierno municipal más negro que esta ciudad haya vivido, 2008-2010, el cual quedó marcado en la memoria de los ciudadanos porteños, cuya Administración encabezada por Juan Ramón Gánem Vargas, dirigió su poder a base de autoritarismo; en pocas palabras, hizo lo que quiso sin que nadie se lo impidiera, aplicando la “ley del monte” o la “ley de Herodes”, como les guste llamarlo.

La vida política de Juan Ramón llegó a su fin, él se encargó de hacerla pedazos por su propia mano, al ganarse el repudio de la gente desde el primer día que asumió la Presidencia municipal, ya que a partir entonces cerró las puertas al pueblo y los pocos que lograron hablar con él, los mandó a la “Vergara”, siempre utilizando esta palabra soez para referirse a todos los ciudadanos que le reclamaron sus compromisos adquiridos en campaña, e incluso hasta sus colaboradores más cercanos, sin importar que fueran mujeres o hombres, puesto que a todos los trataba con la misma palabra.

Como se recordará, el viernes 8 de agosto del 2008, un día antes de la inauguración de la Expo-Tuxpan, su magna obra, como todos lo recuerdan, se derrumbó en dos tramos, la ampliación del boulevard Jesús Reyes Heroles, construcción que enardeció a los tuxpeños porque derribó los árboles y miradores que se encontraban a lo largo de este minimalecón, sin importarle que el 31 de julio de ese mismo año, la Comisión Nacional del Agua le clausurara los trabajos por no contar con los permisos correspondientes que emite la Ley de aguas nacionales, lo que poco le importó.

La reacción de la ciudadanía fue evidente y la Asociación Civil “Grupo por la Defensa de los Derechos del Pueblo de Tuxpan”, liderada por Héctor Peralta Torres, presentó ante la Procuraduría General de la República (PGR) una denuncia por el desvió de recursos por más de 60 millones de pesos, además una amplia investigación.

Su terquedad y ciegues por el poder lo llevaron a cometer atrocidades en agravio de la ciudad, por lo que a partir de ese momento surgieron diversas marchas en su contra, exigiendo la renuncia de Juan Ramón y que el Congreso del Estado lo desaforara como alcalde; demanda que en cada evento público el pueblo se encargó de exigírsela, como lo ocurrido en la inauguración de la feria de ese año, cuando subió al escenario para dar su discurso y a cambio recibió rechiflas e improperios a su persona, pero todo producto de su empatía con el pueblo, quienes le gritaban “Fuera, fuera, fuera”.

Para el 10 de octubre del 2009, empresarios de la cadena Walmart de México, en compañía del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, comenzaron invertir en esta ciudad, celebrando una ceremonia de la colocación de la primera piedra de “Patio Tuxpan, Walmart y Sam´s Club”, pero antes de esto, la avaricia de Juan Ramón era tan grande como su ego, que trató a toda costa de venderle sus terrenos, ubicados en el Libramiento Adolfo López Mateos, justo a un costado de su gasolinera, a la altura de las instalaciones de conocida cervecera.

Situación que molestó a los inversionistas y solicitaron al gobernador Fidel Herrera su intervención, para no privar a la ciudad de contar con una tienda comercial; por tal motivo optaron por adquirir los terrenos de la carretera Tuxpan-Tampico, casi enfrente donde se encuentra la terminal de camiones.

Otra de las obras con la que se burló del pueblo de Tuxpan, fue con el Libramiento, en su etapa Puente-Tenechaco, a la glorieta Universidad Veracruzana, creando una obra de pésima calidad, un asfalto de “calcetín” y en medio de la arteria colocó unos maceteros, los cuales representaban un serio peligro para los automovilistas, pero a decir del empresario atunero, era una obra modernista y vanguardista, tachando a los tuxpeños como gente de rancho, pero en su momento la obra la inauguró con bombo y platillo, justificando millones de pesos que ocultó en sus cuentas bancarias.

En ese periodo de Gobierno, todos sus directores y jefes de áreas e incluso hasta regidores, adoptaron la misma actitud del “Jefe”, es decir, trataban a los ciudadanos con la punta del zapato.

Lamentablemente en tres años ocurrieron un sinfín de situaciones que originaron a esta ciudad en el atraso, pero las ganancias personales de Juan Ramón fueron descaradas al incrementar su flota naviera dedicada a la captura de atún, la adquisición de un rancho en el estado de Texas y obviamente su fortuna en bancos del extranjero.

Actualmente su partido, (Partido Revolucionario Institucional) le ha cerrado las puertas, privándole de ingresar a la actividad política, porque si así fuera, sería la tumba para este organismo; quedó tan marcado este personaje, que cuando transita por las calles de la ciudad a bordo de su camionetón de lujo, no puede mirar el rostro de los tuxpeños, porque sabe perfectamente del rechazo que le tienen hacia su persona. 

Si en algún momento considera regresar a la vida política, el pueblo se encargará de ponerlo en su lugar; él vivió la experiencia del viejo adagio, “El poder marea a los inteligentes y enloquece a los pend…”.