Sólo tres días tienen para obtener ingresos confirman, ya que del Jueves Santo al Sábado de Gloria son los únicos días en que la playa está “repleta” de visitantes, el resto es como todo negocio “hay días que se vende más y hay días en que no se vende nada” y por eso considera la señora Carmen Muñoz que es un “albur” la Semana.
Manifestó además, la señora Concepción que tratan de tener costos accesibles tanto de sus productos como de las palapas, estacionamientos y baños, pero a pesar de ser el tope de 250 pesos para rentar el área algunos no darán dicho precio, porque están conscientes de que no está al alcance de todos los visitantes.
Aunque reconocieron que “lo que nos afecta es el norte y normalmente (la palapa) se ha rentado en 100 pesos, pero en la temporada alta cuando es el jueves, viernes y el sábado cobremos 150 ya que la gente no va a pagar los 250 pesos” dijeron.
Explicaron que los establecidos invierten cada temporada y deben evitar pérdidas, porque en ocasiones anteriores los vientos destruyen sus palapas “y hay que empezar de cero” e indican que por lo menos 40 mil pesos deben poner para que se levante una palapa y quede en condiciones favorables para todo el año.
El tiradero de palapas se origina por el crecimiento de la marea y de ahí sus pérdidas mayores “hay que volver a empezar y son como 45 metros de palapas, a veces se divide para días como estos donde la mitad se renta para la gente y la otra mitad para estacionamiento” aseguran que no se recupera el dinero apostado.
De esa forma a pesar de que están “prevenidos con marisco y todo” estos nortes les dañan su economía, por ello dependiendo de la cantidad de empleados con que cuenten deciden si abren o no, porque los que tienen más personal generalmente es de fuera y la paga que reciben no es costeable en días cuando la gente no va a la playa.