Indicó que con estos 500 kilos de pilas que no se mesclaron en las bolsas de basura, se logró evitar que el mercurio y otros metales pesados tóxicos llegaran a la tierra y a los mantos acuíferos, los cuales están al alcance de los animales, comestibles y del ser humano, afectado su salud.
Por otro lado, señaló que existen varios contenedores para que la población deje las pilas ya usadas, ubicados en la oficina de la Coordinación de Ecología (mismo edificio en Catastro), en el módulo del Curp (en el Ayuntamiento), en la oficina de la CAEV y en escuelas, al ser sitios con gran afluencia de la población.
Al finalizar, invitó a la ciudadanía a evitar tirar las pilas de relojes, calculadoras, cilíndricas tipo AA o AAA, en las mismas bolsas que se lleva el camión de la basura y separarlas, pues al manejarlas de manera incorrecta, pues la Coordinación de Ecología canaliza estos residuos con un transportista autorizado que las entrega en una planta de reciclaje, en donde separan los metales y materiales de estas, así se reúsa el residuo peligroso y se evita contaminar al medio ambiente al igual que afectar la salud de la población.