Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el principal método utilizado para cometer el suicidio en 2011, tanto en hombres como en mujeres, fue el ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación (78.1 por ciento y 72.4 por ciento, respectivamente)
Y es que a principios de año la Secretaría de Salud (SSA) informó a la Cámara de Diputados que el suicidio se agudizó con rapidez entre adolescentes y jóvenes a nivel nacional convirtiéndolo en una de las primeras causas de muerte en el país.
De acuerdo con el nivel de instrucción que tenían las personas que consumaron el suicidio, el mayor porcentaje correspondió a los que contaban con estudios de secundaria completa (24.3 por ciento), en tanto que por sexo, se observa que tres de cada diez (28 por ciento) mujeres que consumaron el suicidio contaba con estudios de nivel medio superior o superior (bachillerato o profesional), mientras que en los hombres dos de cada diez (17.7 por ciento) se encontraban en la misma situación.
En un informe –que se turnó a comisiones–, la dependencia alertó que en las últimas tres décadas el suicidio creció aproximadamente 300 por ciento en el país y hoy se ubica en un promedio de cuatro casos por cada 100 mil habitantes, y que el mayor riesgo es para la población joven.
También explicó que en ese periodo el índice de suicidios ha crecido uno por cada 10 intentos y en muchas naciones ocupa el segundo lugar como causa de mortalidad entre adolescentes, por lo que dicha conducta representa un problema de salud pública a escala mundial.