La ambición desenfrenada de poder del líder electricista no tiene límites y ya que probó las mieles del poder, a como dé lugar busca brincar de un puesto a otro, devengando un salario a pesar de que nunca esté para atender al pueblo, o en su defecto, argumentar que está siempre ocupado en su oficina.
Federica Cruz Vargas, su flamante secretaría a nada le ayuda, ha perdido el suelo en menos de un año que está en el Ayuntamiento, convirtiéndose en una muralla china para que un ciudadano pueda hablar con el edil, que pocas veces va Palacio Municipal y que pasa por su oficina como estrella fugaz.
El “pulpo de la política” está preparando sus tentáculos para abarcar aún más y más, de lo que jamás imaginó tener al estar como Dirigente del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana Sección 55, para vivir cómodamente sin trabajar.