Una de las ideas que se han expuesto toca el tema de disminuir los créditos que los productores solicitan con tasas de interés muy altas y donde pocos son los campesinos que tienen un acceso real a los bancos, para que de esa forma puedan obtener recursos e invertirlos para sus cultivos.
Señaló que esperan que la Reforma al Campo sea realmente una reforma, que abra facilidades y otorgue oportunidades a la gente que día a día batalla para sacar adelante sus cultivos, a pesar de tener múltiples carencias, malos caminos, pocos apoyos o que sólo les sirve de autoconsumo.
Por otro lado, Cristóbal Cruz aceptó que el campo también requiere tecnología, muchos recursos económicos y atención real de las autoridades, pero estos no han sido satisfechos, razón por la que el campo actual requiere de millones en inversión para luchar contra el rezago que existe, razones por la que la CCI proporciona contadores u abogados a los campesinos que lo requieren, con el firme objetivo de darles la respuesta que requieren, pero ante la espera de la Reforma al Campo, buscan que todos los campesinos sean tomados en cuenta y crear beneficios reales.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la agricultura en México contribuye el 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), aunque más del 20 por ciento de la población son parte del sector agrario; sumando las afectaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC), en donde los agricultores mexicanos no fueron tan productivos como los canadienses o los estadounidenses, provocando un rezago en la carencia en infraestructura, acceso al agua, precios justos y mejores costos de producción.