28 de Abril de 2024

¿Qué es la Cuaresma, qué se hace…?

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La Cuaresma es considerada por la religión católica como una época de reflexión, oración… pero también ayuno. Es por eso que una de las características más reconocidas de la temporada es la “prohibición” del consumo de carne.

¿Por qué se celebran 40 días de la Cuaresma?

La Cuaresma consta de 40 días, periodo que dura este tiempo litúrgico. El número 40 representa los 40 días de Jesús en el desierto, los 40 días que duró el diluvio, los 40 años de la marcha del pueblo israelita por el desierto y también los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.

¿Cuándo inicia la Cuaresma 2023?

Este año la Cuaresma empieza el 22 de febrero y termina el 9 de abril. Este periodo inicia con el miércoles de ceniza.

Empieza el Miércoles de Ceniza. Ese día, en la misa, el sacerdote impone en la frente de cada fiel una cruz con ceniza – proveniente de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior – y pronuncia las palabras «Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás» o «Arrepiéntete y cree en el Evangelio».

La primera frase nos recuerda que nuestra vida en la tierra es temporal; hace referencia a la mortalidad y fragilidad humana. La ceniza nos recuerda esta realidad.

La segunda frase es un llamado a la conversión y el arrepentimiento. Nos recuerda que debemos abandonar el pecado y seguir a Cristo. El uso de la ceniza en la frente es un signo externo de nuestro compromiso con la penitencia y la reflexión durante la Cuaresma.

Esta termina en la Semana Santa, que inicia luego del Domingo de Ramos.

¿Qué carnes no se comen en Cuaresma?

Durante la Cuaresma y Semana Santa hay días de abstinencia de carne y de ayuno, los cuales se asocian con la práctica de la mortificación, sacrificio y unirse al sacrificio de Cristo.

Al ser una tradición antigua, la abstinencia de carne ha sido motivo de muchos debates a través de la historia, hubo un tiempo en que el consumo de ranas y castores también eran parte del debate para este periodo religioso, al igual que el pollo y huevo.

Hace cientos de años solo se podía comer:

Seres del mar: pescado, frutas, verduras, cereales y derivados.

El veto principal ha sido la carne roja, pues se consideraba impura por la sangre, en contraste con la del pescado, blanca y procedente del agua.

El pollo no estaba considerado como permitido, aunque de forma paulatina se fue integrando a la alimentación de Cuaresma, aunque su consumo depende de qué tan estricto se sea.

En la actualidad, lo que sí está estipulado con claridad en las legislaciones religiosas es que se permite comer:

Huevo, lácteos y cualquier condimento a base grasa de animal, como caldos y sopas.

¿Por qué no se puede comer carne roja en Cuaresma?

Una de las razones que se asocia con el no comer carne durante la Cuaresma, es el ayuno, que recuerda y honra al que hizo Jesús durante 40 días mientras caminaba por el desierto. Sin embargo, no existe un pasaje bíblico exacto que mencione la prohibición de las carnes rojas.

Esta se ha asociado con otras creencias, como que la carne roja proviene de animales terrestres de sangre caliente, lo que tiene relación con lo mundano, contrario con lo que significan las carnes blancas, algo más volátil.

Pero como en todo, existe otra interpretación, más ligada a la lujuria y los placeres. Lo que está claro, es que es una de las tradiciones más arraigadas de esta temporada y a veces seguida, incluso entre quienes no profesan la religión católica.

Algunas características especiales de este tiempo

El color litúrgico predominante es el morado, representando la penitencia, arrepentimiento y reflexión. Decimos «predominante» porque el color rosa se utiliza en el «Domingo Laetare», que significa «Alegraos». Es una «pausa» en el rigor de la Cuaresma, recordándonos que se acerca la Semana Santa y luego la Resurrección.

No se suele cantar durante este tiempo litúrgico, pero, si se hace, suelen entonarse himnos o canciones que transmitan el espíritu penitencial. Son más solemnes.

Tampoco se utilizan flores como decoración de las Iglesias, recordando nuevamente el espíritu de penitencia y austeridad, evitando aquellos detalles que distraen de ese mensaje principal.