2 de Mayo de 2024

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  1. I) Hoy hace dos años denuncié el abuso que sufrí sumándome a las voces de otras víctimas. ¿Qué ha cambiado en este tiempo? He cambiado yo, porque finalmente cambió la forma en que entiendo lo que viví. Esto me dio la fuerza para poner una denuncia legal y mi agresor ha sido condenado ya por dos tribunales diferentes.

También ha cambiado el marco legal: el 18 de octubre pasado se publicó el decreto que confirma la imprescriptibilidad de delitos sexuales contra menores; significa que los abusadores podrán ser condenados penalmente sin importar cuánto tiempo haya pasado. Si el abuso cometido en mi contra se diera hoy, Luis de Llano podría enfrentar hasta 32 años de cárcel —una pena doble por haber tenido una relación de autoridad sobre mí—.

  1. II) Recientemente en Francia la actriz Judith Godrèche, de 51 años, denunció al director de cine que a mediados de los 80 sostuvo con ella una relación ilícita teniendo él 39 años y ella 14. La similitud con mi historia resulta impactante. En un discurso sin precedentes en los premios César, Godrèche instó a la industria cinematográfica a hacer frente a los abusos sexuales y señaló: “¿Es posible que podamos mirar la verdad a los ojos y asumir nuestra responsabilidad en un mundo que está siendo cuestionado? Tengamos el coraje de decir en voz alta lo que sabemos en silencio. Lo que me pasó a mí, no debe pasarle a la próxima generación”. A Judith, como a mí, le tomó más de tres décadas comprender la naturaleza de lo sucedido para poder decir “ya no”.

El 29 de febrero, el senado francés celebró una sesión especial para escuchar su historia y encontrar mejores mecanismos legales de prevención. Y es que no basta que uno se atreva a hablar; también hace falta que la sociedad se atreva a escuchar.

III) Está circulando un video donde Luis de Llano promueve una propuesta de ley que busca condiciones equitativas al juzgar casos de abuso. Efectivamente hay personas que han sufrido difamación y eso debe castigarse, como ya lo señala el artículo 1916 del Código Civil Federal. ¿Pero cómo puede hablar de equidad alguien que entabló una relación con una menor de edad que trabajaba para él y a quien le lleva 25 años? En las entrevistas donde me nombra, Luis no acepta explícitamente la edad que yo tenía, pero siempre menciona que la relación sucedió antes de que mis papás me sacaran de Timbiriche mandándome a Estados Unidos para alejarme de él, y eso sucedió cuando yo acababa de cumplir 16 años.

Promover una ley contra la difamación con la imagen de Luis de Llano es por demás absurdo, ya que fueron sus propias declaraciones las que me llevaron a denunciar y posteriormente a demandarlo. Yo no lo ataqué, yo busco que ofrezca una disculpa por haberme atacado él a mí. Nada de lo que he dicho ha sido una injuria, como ya ha sido probado de acuerdo a las leyes mexicanas. A él le molesta que el juicio sea mediático o social; sin embargo, la estigmatización que vivo a causa de esa relación, sí lo es. Luis de Llano intenta hacerse pasar por víctima de las consecuencias de sus propios actos. He padecido su forma de actuar desde los 14, la diferencia es que ya no me paraliza. Ahora, eso mismo, me lleva a alzar la voz. Ya entendí cómo opera y al hacerlo me liberé.

Este 8 de marzo me solidarizo con otras víctimas. Sé lo difícil que es denunciar, pero también sé que es un proceso que puede ayudarte a sanar. Sobre todo, es una forma de generar visibilidad y al hacerlo, ayudar a que nuestro pasado no les pase a otras.