9 de Mayo de 2024

2020 UN INFIERNO PARA LAS NIÑAS

HÉCTOR DE MAULEÓN

Le pusieron Dulce María. Pero nadie sabe cómo se llamó. El 30 de agosto pasado la hallaron muerta dentro de una hielera, en un mercado sobre ruedas de la colonia El Pípila, en Tijuana, Baja California.

El cuerpo de la pequeña fue descubierto cuando los comerciantes terminaban de levantar sus puestos y una mujer descubrió la hielera, y la abrió. La niña aparentaba tener cinco años de edad. Posiblemente era un poco mayor. Presentaba desnutrición severa y tenía el cuerpo cubierto de llagas.

Ninguna persona se presentó a reclamarla. Iba a ser enviada a la fosa común, pero un grupo de 30 mujeres luchó para que las autoridades les permitieran darle un funeral, y también sepultarla. Fueron ellas quienes le pusieron ese nombre, Dulce María.

Lograron sepultarla hace unos días.

El 28 de junio de 2020 alguien halló una maleta debajo de un puente ubicado en San Juan de Aragón, municipio de Nezahualcóyotl, en el Estado de México. Adentro estaba el cuerpo sin vida de una niña de 24 meses que presentaba abuso sexual, traumatismo craneoencefálico y lesiones contusas en rodillas y tórax.

La bautizaron como “La beba de Aragón”. La Fiscalía del Estado de México ofreció una recompensa de 300 mil pesos a quienes aportaran información que permitiera identificarla a ella o a sus agresores. Un miembro de la familia LeBarón ofreció 100 mil más a quien entregara información que ayudara a dar con sus padres o sus familiares.

El 11 de noviembre, en Fresnillo, Zacatecas, Sofía, de 12 años, recibió una llamada de un maestro que la citó para hacer una tarea. No volvió. Sus familiares reportaron la desaparición ante el sistema de emergencias 911 Se emitió una alerta Amber. La niña fue encontrada once días más tarde, envuelta en una sábana y con señales evidentes de maltrato físico.

El asesinato causó indignación. Se difundió este mensaje en redes sociles: “Me llamo Sofía Alejandra de tan solo 12 años de edad, fui sacada de mi domicilio con engaños y 11 días después encontraron mi cuerpo con signos de tortura”. Colectivos de mujeres prendieron fuego a las instalaciones de la fiscalía de justicia del estado mientras familias enteras gritaban “¡Con los niños no!”.

El 12 de octubre de 2020, Ayelin Iczae, de 13 años salió de su casa en Tixtla, Guerrero, para encontrarse con su madre. No llegó. Durante cuatro días, los vecinos organizaron acciones de búsqueda en los alrededores. No pudieron encontrarla. Su cadáver apareció el jueves 15 en una barranca. Uno de sus tíos fue quien la halló, atraído por el olor que ya para entonces despedía el cuerpo. Presentaba traumatismo craneoencefálico severo.

El caso conmocionó a Tixtla. Un grupo de niñas acompañó a Ayelin al cementerio, exhibiendo mensajes que pedían justicia. El reportero Arturo de Dios Palma escribió: “Era escalofriante: niñas acompañando a otra a la sepultura”.

El cuerpo de bomberos recibió un reporte de incendio en la colonia Mariano Matamoros de Tijuana, el 4 de enero de 2020. Tras sofocar el fuego hallaron, en una habitación, el cadáver de Dayana, de 13 años de edad. Tenía un calcetín en la boca y una venda en el cuello. La madre de la menor se había ido esa mañana a atender su puesto de ropa en el mercado. Según las autoridades, el agresor había intentado que la muerte de Dayana pareciera un accidente.