Agencias
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El olfato goleador no se le ha ido a Raúl Jiménez pese a las lesiones que últimamente le suceden. El atacante del Wolverhampton se siente cómodo en el terreno de juego, pese a que le molesta un poco el tema de la pubalgia.
El entrenamiento previo al juego ante Irak en Montilivi fue tranquilo para el Tricolor, pero todas las miradas fueron hacia el Lobo de Tepeji. En el calentamiento, se notó que la lesión que lo aqueja desde agosto todavía es un problema, aunque poco a poco, conforme el ritmo de la práctica se elevó, Jiménez tomó confianza.
Con Jaime Ordiales muy cerca y un Gerardo Martino consciente de que el juego de hoy podría ser una inyección de moral en caso de ganarse, el equipo principal mexicano hizo un pequeño interescuadras. En un equipo, Guillermo Ochoa lideraba la portería. Kevin Álvarez, César Montes, Héctor Moreno y Jesús Gallardo integraron la defensa. Luis Romo, Carlos Rodríguez y Luis Chávez en el medio campo, mientras que Uriel Antuna, Alexis Vega y Rogelio Funes Mori integraron el ataque. Del otro lado, Alfredo Talavera partió desde la meta. Néstor Araujo como lateral, Emilio Lara de los sparrings, Jesús Angulo y Mauricio Isais completaron la zaga. Carlos Rodríguez, Héctor Herrera y Roberto Alvarado en medio campo, mientras que arriba, Rogelio Funes Mori fue acompañado por Érick Sánchez y Karel Campos.
Según adelantó el Tata, muchos sparrings podrían tener opciones de ver minutos ante el cuadro asiático, por eso es que no tuvo miedo en utilizarlo. El resto de los menores estuvieron en otra portería probando a Rodolfo Cota.
Después de unos cuantos goles de Vega y Chávez, los jugadores decidieron retirarse para tomar un poco de agua o bebida rehidratante y posteriormente subirse al camión que los transportaría al hotel. Sin embargo, hubo dos que no quisieron moverse de enfrente de la portería. Uno de ellos fue Jiménez. Raúl probó una y otra y otra vez hasta que acertó en cinco tiros consecutivos que terminaron en la red, pese al esfuerzo de Ochoa. Ambos jugadores se unieron a Gerardo Martino y entre risas se fueron del campo catalán.
Así pasó la práctica, México cerró así su preparación de cara a su penúltimo examen antes del comienzo de la Copa del Mundo, con la mente puesta en Polonia, pero sin dejar de pensar en los problemas que tiene internamente, como la elección de un nueve que luce con muchas posibilidades de meterse a la lista de último minuto.