Agencias
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A Raúl Jiménez se le nota tranquilo cuando está con el Tricolor. La molestia que generó su salida a la banca en el juego ante Irak poco importó en la concentración azteca. El delantero se quiso sentir importante y por eso estuvo de acuerdo con sentarse en el banquillo local de Montilivi frente a la representación árabe.
Desde Wolverhampton mostraron su molestia, pero en México, además de sentirse apenados, dijeron que era una cuestión psicológica y de grupo, aunque en ningún momento estuvo en la mente de Gerardo Martino el ponerlo a jugar.
El día después de lo sucedido en Girona, Raúl tardó en ingresar al terreno de juego, pero fue bien acompañado por Luis Romo. El ingreso del Lobo de Tepeji fue entre risas, chistes y buena vibra fue lo que el contención del Monterrey le transmitió al todavía lesionado delantero del Wolverhampton.
La noticia de la molestia por parte de su club se supo, pero Raúl lo tomó con tranquilidad. Se dirigió con el resto del equipo a la zona de estiramiento. Los sparrings estaban a lo lejos, mientras él acomodaba su tapete para estirar. La pubalgia ni se le notó. El famoso video que recorrió las redes sociales donde no podía levantar bien el pie derecho solamente quedó en el recuerdo, pues logró poner su extremidad al límite y sin un rostro de molestia. El cuerpo técnico del Tata Martino aplaudió, mientras Jiménez sonreía con la comodidad de sentirse seguro en la lista, solamente el entrenador sabrá sin así será.
Raúl no permanecerá en Girona el fin de semana. Con el fin de conseguir el alta médica por parte de su club, el delantero dejará la concentración nacional para tomar rumbo a la isla del futbol, aunque con el objetivo de volver, a más tardar el martes, para tener minutos ante Suecia, lo que querría decir que disputaría una nueva Copa del Mundo.
Raúl se jugó su última carta, los resultados se arrojarán el próximo lunes, cuando la lista oficial del Tricolor se revele y se aclare el panorama de los delanteros que Tata Martino llevará para representar al país.
