Agencias
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Aunque en el mundo futbolero suele decirse que las revanchas sólo se dan cuando son en la misma fase, México se encontró en Qatar 2022 con una oportunidad dorada. La victoria de Arabia Saudita sobre Argentina convirtió de pronto el segundo partido de la fase de grupos entre pamperos y tricolores en una extraña eliminatoria, donde la albiceleste se juega auténticamente la vida.
En otras palabras, el equipo de Gerardo Martino tiene en su manos el dejar sin Mundial no sólo a los sudamericanos, sino a Messi, la leyenda del futbol que buscaba una Copa del Mundo que legitimara su legado. Una revancha en toda regla.
Argentina ha sido el verdugo de México en dos de los últimos cuatro Mundiales. Alemania 2006 y Sudáfrica 2010 terminaron en octavos por culpa de la albiceleste. La primera siempre más traumática que la otra.
Cuando México buscaba el quinto partido, un golazo de Maxi Rodríguez en la prórroga terminó con el sueño del Tricolor; cuatro años después, la Argentina de Maradona goleó al México de Javier Aguirre, en un partido donde los errores condenaron a los nuestros, pero sobre todo, dieron la idea de que el rival nos tiene tomada la medida, una de las peores sensaciones que ofrece el futbol.
Aunque esas eliminaciones son las más recientes, la historia refleja otras derrotas igualmente dolorosas, como la primera goleada en las Copas del Mundo, cuando Argentina derrotó 6-3 a México, en 1930, o la final de la Copa América 1993, cuando la Argentina derrotó 2-1 a México con doblete de Batistuta, o la semifinal de la Copa Confederaciones del 2005, cuando el gran equipo de Ricardo LaVolpe llevó al límite a su rival, pero los penaltis una vez más nos condenaron, o las semifinales de la Copa América 2007, cuando México perdió toda ilusión al caer por un categórico 3-0.
La suma de desgracias es la que es, una larga lista de partidos donde México quedó tendido ante el rival de este sábado. El destino, sin embargo, es caprichoso. ¿Será suficiente una victoria que elimine a Lionel Messi en su último Mundial, cuando la ilusión del equipo de Scaloni y en realidad de todo el pueblo argentino era más fuerte que nunca para vengar todo lo anterior? Tal vez sí.
La derrota de Argentina en el debut ante el conjunto árabe puso al grupo de cabeza. En teoría, los pamperos enfrentaban al rival más débil en la primera jornada y se vieron sorprendidos. El descalabro los dejó en una situación totalmente comprometida donde no se pueden dar el lujo de perder una vez más.
El escenario no los favorece. El hecho de ser el único equipo del Grupo C que no suma puntos limita sus posibilidades. Una derrota ante México, pase lo que pase en el partido entre Arabia Saudita y Polonia los dejaría eliminados. La situación es sencilla, México sumaría cuatro unidades y árabes o polacos, por fuerza alguno de los dos, estará en la misma situación, lo cual dejaría a la Argentina en el terreno de lo inalcanzable. El empate abre un poco más el margen, por lo menos para llegar con vida a la última jornada.
No es exagerado decir que este partido está a la altura de las grandes citas para el 10 argentino, probablemente solo después de la final de la Copa del Mundo de Brasil 2014 ante Alemania o la final del Maracaná, de la Copa América, no tanto por lo que representaría una victoria, sino una derrota que lo alejaría de pelear por ese trofeo que le falta para se considerado como uno de los más grandes, a la altura de Maradona, el otro genio argentino.
Aunque en el seno del conjunto que dirige Lionel Scaloni hay confianza de revertir la situación, la sola idea de un nuevo descalabro deja sin aliento a muchos. Puede ser que la derrota ante Arabia sólo se trate de un accidente, de esas cosas que tiene el futbol, de los centímetros que sus delanteros estuvieron adelantados y les costaron tres goles anulados. cosas de la mala suerte.
Pero, ¿y si no? ¿Y si ese equipo que no perdió durante 36 partidos consecutivos de pronto liga dos derrotas, justo en el peor momento posible y ante un rival que históricamente ha dominado?
Todas las cámaras, desde luego, apuntan a Lionel Messi. Tenía tiempo que al capitán no se le veía la cara seria vestido de albiceleste. La confianza que le dio ganar la Copa América ante Brasil lo llevó como en una nube a Qatar, su quinta Copa del Mundo, presumiblemente la última, pero con la confianza de que ésta sí es la buena.
El primer tiempo del argentino ante Arabia fue acorde a lo esperado. En apenas minutos Lio anotó un gol, le anularon otro y el arquero le sacó un disparo ajustado a la base del palo. Pero luego vino lo impredecible, lo inexplicable, las manos en la cara, el lamento generalizado, la presión del fracaso, más propio de la Argentina del Mundial de Rusia 2018 que de la que llegó con la etiqueta de candidata a Qatar. Aunque el cuadro albiceleste aún tiene el destino en sus manos, México también tiene la posibilidad de una revancha histórica, como nunca antes, y eso lo hace más peligroso.
PANORAMAS SEGÚN LOS RESULTADOS
Si México gana Argentina queda eliminado de Qatar 2022, independientemente del resultado entre Polonia y Arabia.
Si México y Argentina empatan y Arabia derrota a Polonia, Argentina dependerá de otros resultados para avanzar.
Si México y Argentina empatan y Polonia derrota a Arabia, Argentina llegaría con vida a la última jornada, ante Polonia.
Si México y Argentina empatan y Arabia y Polonia también, Argentina llegaría vivo al último partido.