- Tras el fracaso en el Mundial de Qatar 2022
Agencias
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Tite tardó más de una hora de aparecer en la sala de prensa tras la eliminación de la Canarinha. Es una persona expresiva, alegre pero hoy se nota cabizbajo. No hay forma de ocultar la tristeza, así que la reconoce y confirma: Deja el banco de Brasil.
“Es el fin de un ciclo. Es una derrota dolorosa, pero estoy en paz conmigo mismo. Ya lo había dicho hace más de año y medio, no soy un tipo de doble palabra. Yo no estaba jugando para ganar y luego hacer drama para quedarme, quien me conoce lo sabe”, lanzó. “Hay otros grandes profesionales que están ahí para hacerse cargo”, agregó más tarde.
El técnico de 61 años tuvo un paso triunfador con la Vedeamarelha en los números pero no se atreve a hacer una evaluación final luego de seis años y 81 partidos, con 60 victorias, 15 empates y apenas seis derrotas. No le alcanzó para superar los Cuartos de Final en Copa del Mundo. En Rusia cayó eliminado con Bélgica y en Qatar se fue a manos de Croacia en los penaltis.
“El tiempo puede responder mejor, por muy coherente que sea, no soy capaz de evaluar todo el trabajo. Estoy seguro de que con el paso del tiempo la gente correcta hará una mejor evaluación, porque yo no tengo esa capacidad”, dijo.
“El ciclo se acabó, como dije antes. Lo dije hace más de año y medio. Fue un proceso. En Rusia 2018 fue un trabajo de recuperación, de formación de este equipo, y ahora trabajamos todo el proceso mundialista. El desempeño está a la vista”, agregó.
Apenas terminar el partido, el técnico abandonó el campo rumbo al vestidor, mientras sus jugadores lloraban en el campo. Tite reconoció que tal vez fue un error, pero afirmó que es su costumbre, sin importar el resultado.
“Soy un tipo más reservado. No lo hago solo en la victoria o solo en la derrota. ¿Me vieron alguna vez celebrar en el campo cuando ganamos? Es mi estilo. Tal vez (debió quedarse) Pero seguro que los jugadores saben lo orgulloso que estoy del trabajo realizado, del compromiso, eso es seguro”, comentó.
Tras asegurar que estaban apenados con sus familias y con ellos mismos, el estratega destacó que Brasil es una selección joven, con una generación talentosa que está surgiendo y que se fortalecerá en la adversidad.
Afirmó que dominaron el partido, generaron oportunidades de gol, pero no supieron concretar frente a Dominik Livakovic, que atajó al menos cinco oportunidades claras. Tras el gol de Neymar, dijo, ajustaron líneas, pero fue en una jugada accidental que cedieron el empate.
“Estábamos jugando a la acción ofensiva, mandando volumen de juego adelante, pero se perdió la jugada. En el contragolpe logramos remontar y cerrar la parte en el mediocampo, pero el balón avanzó, tiraron, hubo un desvío y entró. Fue una sola oportunidad”, explicó.