-La Olimpiada Nacional viene a menos.
-Tiburones Rojos, plaza inexpugnable.
-Ante Atlas, la revancha y los tres puntos.
-Tenemos “Pancho Alonso” para rato.
Por Felipe García
TIEMPO REGLAMENTARIO
Hace un par de días con mucha pena se dio a conocer que la Olimpiada Nacional 2017 sufriría cambios sustanciosos.
Y bueno, de un plumazo, sea como sea, se quitaron los deportes de conjunto para reducir a las disciplinas individuales en las que van a competir los estados en busca de lo más alto del podio.
Es decir, hace algunos meses comentábamos en este mismo espacio que la Olimpiada Nacional como tal, tendía a desaparecer porque los asesores de Alfredo Castillo le dijeron, posiblemente, que esta actividad daba más problemas que satisfacciones, entendiendo como problema el gasto que habría que hacer cada año. Aunque realmente no es gasto, es una inversión.
Lo cierto de todo es que la dificultad no era propiamente de la CONADE, la cual dirige Alfredo Castillo, sino de las entidades que sufrían para hacer sus selectivos locales, municipales, regionales y bueno, al menos en el nacional sólo tenían que aportar el traslado, pero igual gastar en uniformes y alimentos en tránsito.
Aunado a esto, vale decir que los gobiernos de los estados pocas atenciones le ponían al deporte, claro, con sus honrosas excepciones, y por eso no es raro que el presupuesto al deporte sea siempre el último en decidirse.
El asunto se fue desgastando porque las diferencias entre los de “arriba” y los de “abajo” eran cada vez mayores. Entidades que apostaron al deporte de competencia y otras que nomás no les daba.
CONADE, en uno de sus intentos por optimizar recursos dividió la Olimpiada Nacional y Campeonato Nacional o Nacional Juvenil, es decir, en la primera acudían los infantiles y en la segunda los juveniles o los Élite. Experimento que no cuajó, debido a que los gastos para los estados se duplicaron, ya que se llevaron a cabo en las mismas fechas, debido a que Chihuahua, que era la sede principal, declinó a la ON2016.
En suma, aquel proyecto de Ivar Sisniega de captar atletas en todas sus disciplinas y que rindió sus frutos, se fue perdiendo por la acelerada competencia entre los estados, pero igualmente a las federaciones les mermó el negocio de los campeonatos nacionales a los que igualmente “tenían” que acudir sus agremiados.
Entendiendo que si vas a una Olimpiada Nacional no tendrías por qué acudir a tantos Campeonatos Nacionales (hasta dos por año) y ahí vino el conflicto para las entidades, que además de solventar Olimpiadas Nacionales, tenías que apoyar los eventos antes mencionados.
Bueno, hoy en día bajo el riguroso esquema de austeridad, es que se toman estas decisiones, de que salen los deportes de conjunto de Olimpiada Nacional, pues tendrán sus propias competencias, mientras que las disciplinas individuales se quedan en Olimpiada Nacional volviendo a las fechas de mayo a junio.
Es decir, sigo en lo dicho, más tarde que temprano, este proyecto que llevó a la captación de talentos nacionales, tiende a desaparecer por completo. Queda claro que no sólo bastan las buenas intenciones, el deporte requiere funcionarios que tengan también la capacidad y la sensibilidad.
PRIMER TIEMPO EXTRA
Cuando José Ramón Fernández acompañó a Moisés Saba (QEPD), dueño del equipo Veracruz en los noventas, a la presentación de la franquicia ante los medios y en donde TV Azteca tenía intereses, aseguró que este Puerto de Veracruz tenía que ser una plaza inexpugnable.
Ese dicho se quedó en eso, en dicho, porque ni lo fue y tampoco lo ha sido este Veracruz que cada año tiene sorpresas buenas y malas, aunque es cierto que mayoritariamente malas.
No obstante, hoy más que nunca los escualos requieren de ganar, de hacerse sentir y de quedarse con los tres puntos sea el rival que sea y les toque enfrentar, en este caso al Atlas de Guadalajara.
Es un semestre intenso el que se habrá de vivir, pues se dará la definición del equipo que descienda a la Liga de Ascenso.
No recuerdo a la fecha un equipo Veracruz tan potenciado como éste, posiblemente el del 2004 con Blanco, Quatrocchi, Giménez, “Lorito” Jiménez, Lucas Ayala y Kléber Boas; o aquel del 90-91 con Ríos, González China, Harlem Medina, Juan Morales, Jorge Gabrich, Jorge Comas, etc, etc. No obstante, éste, el de hoy en día, tiene como compromiso que hay mayoría de extranjeros o no nacidos en México, tipo Europa, y es por ello que la exigencia será mayor cada vez que salten al terreno de juego.
Por otra parte, Carlos Reinoso debe de puntualizar, porque es su obligación, el tema arbitraje cuando haya la ocasión, es decir, que no lo haga por sistema porque sus dirigidos se sentirán cobijados con este viejo pretexto de echarles la culpa a los nazarenos y no buscarán resolver a toda ley, bajo conceptos deportivos, los partidos en su favor.
Atlas a la vista, esperemos que con todo y Rafael Márquez Veracruz gane esos valiosos tres puntos.
Por cierto, el problema de incumplimiento de pagos de Jaguares de Chiapas ha llevado al equipo a escualo a prender sus “antenas”, porque como consecuencia tendría que darse la desafiliación del equipo chiapaneco y por lógica la salvación de los escualos.
En Veracruz ya hubo una desafiliación y si en aquel entonces el reglamento se aplicó, no vemos porqué en este caso no.
SEGUNDO TIEMPO EXTRA
El pasado martes intervinieron quirúrgicamente a Francisco González Alonso, el buen Pancho Alonso, con quien sin querer y después de ver sus intervenciones en televisión cuando yo era un chavo, el destino nos tenía aplazada una buena amistad que hemos cimentado a través del tiempo.
Pancho Alonso, genio figura, ave de tempestades, salió bien de su operación a nivel gastrointestinal y su buen humor así lo constató, siempre de buen talante nos demostró que está de regreso y basta esperar una buena recuperación que ya está en curso.
Debo de confesar que mucha gente podría tener una imagen diferente de él a través de la televisión, pero puedo decir que es de los amigos que se “quita la camisa para dártela”, pero igualmente como le puede demostrar a alguien que lo aprecia, le puede demostrar que no. Así de fácil, así de directo y sin el mayor de los problemas.
Viejo, “aguanta que va two out”…
