Nadie más que los Profesores que conforman el también llamado “MOMAPOVE” son los indicados para elevar ese grito de esperanza, como lo hicieron 30 días atrás, cuando se postraron frente al Palacio Municipal y colocaron en el piso 43 pupitres, cada uno con una vela encendida, una fotografía y -sobretodo- un nombre que representa parte de la identidad de un joven del que nadie sabe nada.
Esas pancartas ahí pasaron la Navidad y tal vez en ese sitio permanecerán hasta el Día de Reyes, cada vez más deterioradas por el viento, el polvo, la lluvia y el fuego del sol, cuatro elementos que se conjugan como lo hacen el carbono, el hidrógeno, el oxígeno y el nitrógeno para crear vida como parte de un ciclo que como tiene un principio tiene un fin, aunque a veces es interrumpido antes de tiempo.
