Menos son aún los que saben que dicho movimiento se escenificó con motivo de la fusión de los servicios der correos y telégrafos, decretada por el entonces presidente de la República, Abelardo L. Rodríguez, que al final tuvo que dar marcha atrás al funcionamiento de la naciente Dirección General de Correos y Telégrafos, debido al caos generado en detrimento del público usuario.
Una vez que el Gobierno Federal reconoció que ambas instituciones debían operar de manera independiente, se creó el 13 de febrero de 1941 el Departamento de Telecomunicaciones, publicándose el 7 de mayo del mismo año el Decreto 741 que deroga al anterior y da paso a su separación en 1942, naciendo en ese momento el Día del Telegrafista.
Hoy, las oficinas de TELECOMM ofrecen al público gran cantidad de opciones como depósitos, pagos y retiros bancarios, envío de telegramas nacionales e internacionales, recargas telefónicas, pago de servicios de CFE, TELMEX y varias empresas privadas, así como envío y recepción de giros nacionales e internacionales.