No faltaron quienes incluso les entonaron las “Mañanitas”, ya fuera solos o acompañados de una guitarra o un trío, pero con el mismo sentimiento que caracteriza a la población, tratándose de una fecha que paraliza gran parte de las actividades.
“Una ventaja es que cayó en domingo”, expresó Juan Hernández Hernández, quien con su triciclo desde temprana hora se ubicó cerca del acceso principal para vender raspados y frutas a los visitantes, como lo hicieron muchos otros vendedores.
A las siete de la mañana tuvo lugar una misa en la capilla del panteón, la cual contó con nutrida asistencia, sin embargo no se contó con la presencia de la Delegación de Tránsito para agilizar la circulación vial en los alrededores ni de la Policía Municipal para salvaguardar la integridad de la población.
