Sin embargo, en el transcurso de la madrugada el aire avivó la lumbre que había quedado oculta bajo la misma basura, por lo que el miércoles en la mañana se intensificó de nueva cuenta, requiriendo una vez más la presencia de los bomberos de la estatal, así como de la Unidad Municipal de Protección Civil (PC), a cargo de Irvin Pérez del Ángel.
Al respecto, Gulmaro Castañeda explicó que el elemento ígneo fue generado de manera intencional en un área de desechos compactados y de ahí se propagó a una zona en la que éstos aún se encuentran sin comprimir, donde al cierre de la presente edición aún el siniestro seguía vigente y monitoreado por PC y efectivos de la Policía Municipal.
Por su parte, Pérez del Ángel informó que desde un principio con un trascabo se conformó un guardarraya para evitar que el fenómeno se esparciera, lo cual no fue suficiente por el efecto del viento. “Hay material muy frágil que al incendiarse se desprende y es arrastrado por la corriente aérea hasta otras partes del tiradero, donde provoca nuevos puntos en combustión”, detalló.
