-Son receptores de todos los desechos líquidos que la ciudad genera
Por Mario Herrera Rocha
Naranjos es una de las pocas poblaciones del Norte de la entidad que se enorgullecen de ser cruzadas por un río y varios arroyos naturales; sin embargo, todos se encuentran contaminados al ser receptores de descargas residuales domésticas, comerciales, biológicas e industriales que la ciudadanía genera cotidianamente.
De lo que hace algunos años parecía un floreciente paraíso en el que convivían especies diversas de flora y fauna, hoy sólo quedan recuerdos, como lo manifiesta el comerciante Arcadio Galindo Nicasio, quien desde pequeño radica junto al arroyo Agua Fría.
“Esta zanja ingresa por la colonia El Trébol, pasa por el Fraccionamiento Tajín y la colonia 5 de Mayo, entre otras, hasta desembocar en el río Tancochín; antes ahí pescábamos acamayas y guabinas, pero hoy sólo se podrían pescar enfermedades”, expresa el entrevistado.
Otra corriente de agua es El Fraile, que serpentea por colonias pertenecientes a Chinampa de Gorostiza, como Kilómetro 24, Las Flores y Kilómetro 22, hasta internarse en el municipio a la altura de la colonia La Providencia. Ahí, al igual que en el Agua Fría, desembocan drenajes que lo contaminan.
Uno más que carece de nombre es el que proviene de Cervantes y se interna por las colonias Emilio Polanco y Aviación, donde se junta con vertientes de aguas negras tanto de esos sectores como de PEMEX hasta su término en el Tancochín, en el que al final de cuentas desemboca todo el drenaje de la ciudad.
