Daisy Bernal Lorenzo, responsable del Área de Normalización Lingüística de la UVI y quien coordinó al equipo encargado de diseñar el programa, precisó que la primera edición del mismo se realizará en la sede Grandes Montañas, pues fue en donde hubo mayor demanda (la segunda fue Totonacapan).
También porque, a diferencia de las demás regiones que son multilingües, en la zona sólo se habla náhuatl y eso facilitará la dinámica de trabajo.
Miguel Figueroa Saavedra, integrante del IIE, informó que la selección se hizo con cautela. La entrevista fue bilingüe y no sólo tomaron en cuenta el conocimiento del español y del náhuatl (lectura y escritura), sino de los contextos culturales de ambos idiomas. Otro aspecto importante fue la experiencia previa y la claridad expresada por los aspirantes para aplicar los conocimientos aprendidos.
El objetivo es generar “un perfil profesional que permita el diálogo y la relación interpersonal, sin que las lenguas se utilicen como elementos de barrera, sino de identidad y construcción de una sociedad pluricultural”.
Asimismo, indicó Figueroa Saavedra, la decisión de impartir un diplomado de este tipo se basa en el derecho de contar con intérpretes y traductores, respaldado jurídicamente por leyes internacionales, nacionales y locales (Convenio 169 de la OIT; Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Artículo 2° Fracción VIII; Ley General de Educación, Artículo 7°, Fracción IV; Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, entre otras).