Por tal razón se recomienda mantener a los niños lejos de estufas, fogones y recipientes calientes, guardar lejos de su alcance medicamentos o líquidos tóxicos, así como objetos pequeños con los que puedan ahogarse.
Además de colocar barandales de protección en escaleras, azoteas y ventanas, y alejar a los infantes de lugares donde haya piletas, tinacos o cisternas.