Los constantes apagones han provocado un malestar generalizado en la cabecera municipal y en las comunidades de la zona costera, que también se ven afectados por esta deficiencia en el suministro de electricidad.
A quienes más preocupan estos apagones son principalmente los que tienen en sus congeladores mariscos o carnes de res y cerdo, que requieren de la temperatura baja para que puedan conservarse en buen estado.
Habitantes están fastidiados de las fallas que con regularidad se presentan en este municipio, que pese a que han provocado daños, éstos no pueden ser resarcidos por la Comisión Federal de Electricidad.