-Ex dirigente del movimiento defensor de clientes bancarios y consumidores en general, critica estrategias de mercadotecnia
Por JESÚS RODRÍGUEZ
A 20 años de la problemática económica nacional que generó el FOBAPROA, las empresas comerciales siguen incurriendo en prácticas con las que se compromete la economía de los clientes, sin contar con la información para conocer si tienen la solvencia económica para cumplir con los compromisos crediticios.
Así lo reconoce el otrora dirigente de la organización civil “El Barzón”, José García González, que operó en Poza Rica para defender los intereses de los ahorradores acosados por instituciones bancarias que demandaban el pago de deudas, en un entorno que dañó la economía nacional.
El entrevistado reconoce que al día de hoy, las prácticas para comprometer la economía “se han modernizado”, y se han hecho más elegantes, aplicando para ello más “mercadotecnia”, sin que se realicen los estudios socioeconómicos necesarios para saber si los clientes son solventes económicamente para cumplir con el compromiso.
Admite que se entregan tarjetas de crédito por casas comerciales a los consumidores, sin conocer sus antecedentes en el manejo de éstas, y son lanzadas como ofertas, incentivando la necesidad de las personas por adquirir los bienes, “sin importar las consecuencias que se puedan tener”.
Agregó que inclusive las empresas se arriesgan a pérdidas económicas “convenientes”, en las que el consumidor sale perdiendo, ya que recuperan “mínimo, mínimo lo de los productos que comercializaron”, y en esa situación, el consumidor queda en desventaja.
Dijo que esta condición se agudiza, considerando que a 20 años de la problemática nacional que generó el FOBAPROA, la gente no tiene una cultura financiera adecuada, “ni la va a tener, porque esta cultura debe de iniciarse desde una buena distribución del gasto; mientras haya desorden en el gasto, no habrá cultura financiera, siempre gastamos más de lo que ganamos, estamos en un déficit permanente”, advierte el ex dirigente barzonista.
Consideró que esta situación hace difícil el manejo de las finanzas, pues no existe orientación, en una sociedad con salarios raquíticos que contrasta con las necesidades que tiene la gente, y su interés por adquirir bienes; incluso así, considera que está muy lejana la condición de que se vuelva a presentar una problemática financiera similar a la de hace 20 años.