-La obra se ha convertido en un baño público y albergue de indigentes
Por Isaac Carballo Paredes
El distribuidor vial se ha convertido en un severo foco de infección para los ciudadanos, principalmente, para los miles de peatones que todos los días deben caminar por la parte baja, la cual se ha convertido en un baño público y en un motel de paso de indigentes y adictos a las drogas.
Las zonas en donde prevalece esta situación son los cuatro accesos al distribuidor, ya que en la parte baja se forma una guarida con poca visibilidad al exterior, que funciona como albergue de mendigos e indigentes.
Si bien es cierto que las personas sin hogar buscan refugio debajo de esta obra vial, también la han convertido en un baño público a cielo abierto, ya que en determinadas zonas la cantidad de heces fecales es tal que no se puede caminar por el sitio.
