Agencias
Ciudad de México.-
El Programa Sembrando Vida ha contribuido a mejorar las condiciones de vida de las personas beneficiarias fomentando la generación de oportunidades de empleo en el cultivo de sus tierras y la adopción de nuevas tecnologías, producto de la asesoría y acompañamiento del personal técnico, advierte la evaluación realizada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El Programa Sembrando Vida, a cargo de la Secretaría de Bienestar, comenzó a operar en el 2019 con el objetivo de contribuir al bienestar social de personas sembradoras a través de acciones dirigidas a conseguir la autosuficiencia alimentaria, la reconstrucción del tejido social y la recuperación del medio ambiente.
El apoyo económico mensual que otorga el Programa aumenta el poder adquisitivo de las personas beneficiarias y sus familias, contribuyendo a la mejora de su alimentación. Sin embargo, para personas beneficiarias en condiciones de mayor vulnerabilidad y pobreza se identificaron factores que limitan este efecto, tales como el número de integrantes del hogar y menores fuentes de recursos complementarios a los apoyos del Programa, destaca la evaluación del Coneval.
Los especialistas advierten que fenómenos naturales, como las sequías e inundaciones, y sociales, como la delincuencia, inciden en la magnitud de los efectos del Programa, ya que inducen a las personas beneficiarias a abandonar el uso de sistemas agroforestales e incluso sus unidades de producción.
Recomendaciones
En este contexto la evaluación del Consejo recomienda complementar la planeación del Programa con estrategias o esquemas diferenciados de atención, apoyos y sistemas agroforestales que consideren los procesos territoriales de cada región, las características climáticas e incluso socioculturales, así como elementos relevantes del contexto local, de la unidad de producción y de las personas beneficiarias.
En términos operativos, se sugiere evaluar la suficiencia de recursos, tanto materiales como humanos, considerando características de los contextos y la dinámica de sus actividades en campo. La falta de recursos necesarios afecta principalmente la calidad del trabajo en campo que deben realizar los operadores del Programa
Asimismo, consideran necesario definir mecanismos de salida gradual del programa, tales como la incubación de proyectos con agregación de valor, la conformación de redes de personas beneficiarias, la vinculación con mercados más grandes, acceso a financiamiento o a iniciativas empresariales. Esta transición debe ser flexible y acorde a las capacidades y progreso individual de las personas beneficiarias, asegurando que pasen de la dependencia del apoyo continuo a la autosuficiencia.
Si bien, el Coneval reconoce que existe una mejora en las condiciones socioeconómicas de las personas beneficiarias, advierte que es necesario considerar que existe la probabilidad de que los avances logrados por el Programa se diluyan en ausencia de los apoyos y mecanismos adicionales que permitan consolidar los sistemas agroforestales.